A Monte la Reina llegarán en 2027 entre 1.000 y 1.400 militares. Al menos, esa es la previsión del Ministerio de Defensa. Esos efectivos que vendrán son personas, «y no pinos o conejos para repoblar», y así lleva un tiempo recordándolo la asociación de militares AUME, liderada por José Ignacio Unibaso, que mantiene contactos con los responsables gubernamentales, autonómicos y locales para tratar de defender los intereses de sus compañeros en todo lo que tiene que ver con la reapertura del campamento toresano.
En una nota remitida a los medios este martes, la AUME ha hablado de una reunión mantenida en las últimas horas con el concejal de Obras del Ayuntamiento de Zamora, Pablo Novo, a este respecto, y ha aprovechado para exigir al Ministerio de Defensa «transparencia» y a la Junta de Castilla y León un empuje para dotar de servicios a la capital de la provincia y a Toro, que tendrán que asumir, haciendo un cálculo rápido, la llegada de entre 4.000 y 5.000 personas, si se cuenta a las familias de los militares.
El transporte, el ámbito educacional para los hijos, recursos sanitarios suficientes, así como la solución de empleo para los cónyuges son aspectos fundamentales que desde la AUME priorizan en la información que se debe trasladar a los posibles afectados y en los que deben trabajar las administraciones implicadas.
Pero no es solo eso. También está el discurso, la forma de tratar la reapertura de Monte la Reina. Para Unibaso, el criterio inicial de la repoblación no era correcto, y eso ha ido cambiando. Por ahí, la AUME va entendiéndose más con Defensa y con el resto de los políticos que, como satélites, van dando explicaciones sobre la cuestión. Aunque no todo va sobre ruedas.
Primero, en lo tocante a la vivienda. Para Unibaso, si todo sigue como hasta ahora, gran parte de los militares se irá a Valladolid o a Salamanca: «Necesitamos, aparte de las mejores instalaciones posibles, vivienda a precios asequibles, no especular con terrenos limítrofes», desliza el responsable de la AUME, que demanda que se recupere la idea de Tomás del Bien de utilizar de fondos europeos para dotar a Toro de mayores recursos en forma de hogares que puedan acoger a las nuevas familias.
Incredulidad con los puestos de nueva creación
Tampoco ven con muy buenos ojos desde la asociación la posibilidad de que todos los puestos para el cuartel, salvo los de los mandos y los suboficiales, sean de nueva creación. En realidad, eso lo miran con una cierta incredulidad: «No se puede montar un cuartel con todo el mundo nuevo», constata Unibaso, que sí comprende la lógica de «descongestionar el exceso de personal en Madrid», pero que exige lógica y claridad.
En realidad, las demandas de la AUME van en todas las direcciones y apuntan, incluso, a los empresarios: «Tienen que hacer algo para conseguir que Toro, la comarca o Zamora absorban toda la gente que puedan absorber. Eso sería lo idóneo», señala Unibaso.
Por último, otro de los temas que toca la asociación tiene que ver con el tren que va de Valladolid a Puebla de Sanabria y que podría servir también para conectar las localidades más cercanas con Monte la Reina, que cuenta con un apeadero. Esto y todo lo demás tienen un horizonte: 2027. Ahí se prevé que se reabra el campamento, y más allá de las obras como tal, queda mucho por hacer.