La Diputación de Zamora ejecutará la variante de Perilla de Castro para acabar con el tráfico «peligroso» por las calles del pueblo a través de la habilitación de una nueva ruta para los vehículos alrededor de la propia localidad. Las obras costarán 553.000 euros, podrían arrancar en 2025 y servirán para dar cumplimiento a una petición «histórica» de una serie de localidades.
El propio presidente de la Diputación, Javier Faúndez, ha sido el encargado de presentar un proyecto que completa el plan trazado por la institución para tratar de favorecer las comunicaciones por esta vía. El primer paso fue la mutación demanial subjetiva para que la antigua carretera pasase a manos del ayuntamiento y para que el camino asfaltado entrase a formar parte de la red provincial de carreteras.
Una vez resuelto ese trámite, la institución procedió a mejorar el firme de los cuatro kilómetros que separan Perilla de la N-631, la que conecta Zamora con Rionegro del Puente. A partir de ahí, Faúndez ha admitido que estaba en su mente la necesidad de resolver el paso de los vehículos por Perilla, una localidad con «calles muy estrechas y con tráfico habitual de camiones» que sufría los problemas de la travesía.
«El proyecto está aprobado y ahora pasamos a iniciar el trámite de expropiaciones, porque vamos a hacer la variante para descongestionar el tráfico. Se va a utilizar un camino existente, pero hay que tocar otras parcelas porque no tiene la anchura que necesita una carretera de la Diputación», ha aclarado Faúndez, que ha aseverado que la iniciativa beneficiará a un buen puñado de pueblos del entorno.
Seis meses de ejecución
El presidente provincial ha remarcado, además, que la vía tendrá 6,20 metros de anchura, las mismas medidas que la carretera desde la N-631 al pueblo, y dispondrá de arcenes de medio metro en cada sentido: «Son seis meses de ejecución y no debería de ser una obra complicada», ha zanjado Faúndez, antes de recibir el agradecimiento público de los alcaldes de Perilla y de Olmillos de Castro.