Las voces contrarias a la reestructuración del funcionamiento de los cuarteles de la Guardia Civil en Zamora suenan cada vez más alto. El plan, que cuenta con el respaldo de la Subdelegación del Gobierno, se ha topado incluso con la negativa de un parlamentario socialista como José Fernández. El alcalde de Puebla de Sanabria ha acudido este sábado a la movilización convocada en Villardeciervos para expresar su rechazo a este movimiento que consiste en reducir el horario de las oficinas en 20 de los 24 de los cuarteles la Benemérita en la provincia para buscar un modelo supuestamente más eficiente a través de patrullas y agentes itinerantes.
Fernández ha lamentado que, antes de plantear públicamente este asunto, «no se ha contado ni con los alcaldes ni con la población». «Los experimentos siempre nos tocan a las zonas más alejadas, más desprotegidas, y esto es un experimento sin consenso previo», ha advertido el socialista, que ha criticado también «la hipocresía y el cinismo» de los responsables de la Diputación al no posicionarse de este modo cuando lo que se demanda son médicos a la Junta.
Más allá de ese recado, Fernández ha sido claro en la crítica al plan de los cuarteles: «Estamos un poquito cansados de ser parte de planes piloto sin tener el refrendo de que esto va a funcionar bien. Yo no fui a la última reunión de alcaldes porque no me invitaron, pero aquí estamos afectados todos», ha recalcado el político sanabrés, en cuya localidad todo se mantendrá tal cual estaba, al igual que en Zamora, Benavente y Toro.
A partir de ahí, José Fernández ha confirmado su intención de tratar de mediar en el asunto y ha vuelto a repetir su escepticismo ante la posibilidad de que este sea un movimiento efectivo: «La Guardia Civil es rural. Si no, que se haga todo el mundo Policía Nacional. Hay una falta de explicación y, claro, aquí estamos para que no se pierda ni un servicio en los pueblos», ha zanjado el político.
Apoyo al medio rural
Por su parte, la alcaldesa de Villardeciervos, Rosa María López, ha hablado igualmente de «luchar por defender los servicios». En este caso, por un cuartel que ahora funciona cinco días a la semana y que, con la reforma prevista, pasará a abrir solamente uno.
En la misma línea se ha manifestado el alcalde de Asturianos y vicepresidente segundo de la Diputación, Ramiro Silva: «Estamos aquí para ayudar al medio rural y evitar el cierre de las oficinas de los cuarteles. El presidente salió un poco desanimado de la reunión con el subdelegado, pero las decisiones que tomemos se meditarán antes de actuar», ha concluido el representante sanabrés.