«Ahora se puede ir por ese camino que han arreglado, pero yo vengo por otro, que es más recto y se llega antes». Emilio Santana es de Villaralbo, conoce la zona, maneja los senderos y pesca en el mismo paraje calmado desde hace más de veinte años. Él mismo reconoce que se aficionó por el entorno, por la naturaleza: «Esto es maravilloso», aclara mientras se sitúa con su caña en una de las nuevas plataformas habilitadas después de la obra reciente. Tras él, la bici; en su actitud, la pausa. Emilio no ha venido con prisa.
La plataforma sobre la que se ubica este vecino es una de las 140 que se han instalado recientemente merced a la inversión capitaneada por la Diputación, complementada por el Ayuntamiento de Villaralbo y respaldada por una federación autonómica ávida de contar con más zonas de pesca como esta, donde podrán celebrarse campeonatos nacionales e internacionales. La idea es que este espacio rehabilitado atraiga gente, empuje el turismo y favorezca a la economía.
Pero esta zona también seguirá estando para personas como Emilio Santana que, lejos de rechazar un hipotético aluvión de visitantes para conocer el lugar, confía en que pronto «se anime más gente» a pasarse por el paraje. Durante ese martes por la mañana, el vecino de Villaralbo pesca solo, sin un alma más en las plataformas de alrededor: «Hasta ahora, venía alguien los domingos, pero no mucho», asegura el aficionado, que reitera que, por la zona, «hay muy buena pesca».
Emilio menciona las carpas y los barbos que saca habitualmente de las tranquilas aguas que bañan el término de Villaralbo y cita una presa que lo mantiene todo más calmado. «Parece que hasta van a hacer concursos y eso», señala en referencia a los campeonatos previstos un vecino que ya ha empezado a reservar su espacio en la plataforma, como marca la normativa. Lo hace desde esta semana, tras una advertencia.
«Los cupos son gratuitos», indica el pescador, que también vive su afición gracias a una licencia sin coste económico que no le caducará hasta 2028: «Seguiré viniendo, claro, aunque a veces pican y a veces no», zanja Emilio, como si hablara de los pimientos de Padrón.
Cuando el vecino de Villaralbo da su testimonio, solo hace unos minutos que se ha celebrado la inauguración de las instalaciones en la zona. El lugar cuenta con 5,4 kilómetros de plataformas separadas por 15 metros cada una y de unas dimensiones de dos metros de ancho y dos y medio de largo. Se trata de una zona «con agua todo el año» cuya calidad pretende aprovechar el pueblo como recurso económico y también para hacer más efectiva la integración del río en la vida de la localidad.
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