El Ayuntamiento de Zamora obligará a los grupos municipales a justificar con facturas cada gasto que realicen a cargo de la asignación pública que les corresponde. Así se refleja en el nuevo reglamento que aprobará la institución y cuyos detalles han dado a conocer este jueves en rueda de prensa el alcalde, Francisco Guarido, y el concejal de Hacienda, Diego Bernardo, que han subrayado que esta regla para las formaciones políticas viene amparada por una indicación del Tribunal de Cuentas.
De hecho, Guarido ha remarcado que se trata de una norma interna «inédita en España» que permitirá tener un mayor control sobre lo que hace cada grupo político con el dinero que le corresponde. El Ayuntamiento de Zamora repartirá, durante este ejercicio, 33.961,76 euros entre los cinco partidos con representación en la Casa de las Panaderas. Todos ellos recibirán una cantidad fija por el hecho de formar grupo más una variable en función de su número de concejales.
En concreto, las asignaciones por ejercicio para este año serán de 11.320,59 euros para Izquierda Unida, 9.529,29 para el Partido Popular, 4.981,06 para el PSOE y 4.075,41 tanto para Zamora Si como para Vox. En años anteriores, los grupos gastaron ese dinero en cuestiones como fotocopias, gastos de teléfono, suscripciones a revistas, servicios informáticos o jurídicos, o incluso colaboraciones con ONG, según se refleja en la web del Ayuntamiento.
Ahora, todo tendrá que ir justificado con facturas de tal modo que «dinero que no se haya justificado, dinero que tendrán que devolver personalmente los concejales de ese grupo», según ha indicado Guarido, que ha apuntado que así los políticos se asemejarán al sistema que tienen ahora las asociaciones a la hora de dar cuenta de las subvenciones que reciben.
Además, Diego Bernardo ha añadido que los concejales de los grupos podrán justificar los gastos en dos ventanas: una a mitad de mandato y otra al cierre. En este momento, todos los ediles del Ayuntamiento forman parte de un grupo particular, aunque el reglamento contempla la posibilidad de que haya un grupo mixto en el Pleno, con ediles cuya marca haya sacado solo un concejal, y también la presencia de representantes no adscritos, generalmente los que abandonan las filas de su partido y conservan el acta.
Reducción del articulado
Más allá de esta cuestión, el reglamento, que es la norma municipal que marca el funcionamiento interno de la institución, se actualizará en líneas generales bajo los parámetros de las leyes autonómicas y nacionales que acotan el margen de maniobra particular de cada ayuntamiento. El texto constará de 85 artículos, en lugar de los 156 anteriores al obviar, precisamente, las partes que ya aparecen reflejadas en las normativas de rango superior.
Guarido ha señalado también la importancia de regular los expedientes electrónicos y ha aprovechado para señalar que, ahora, «a la oposición se le da todo lo que pide». «Los derechos a la información se cumplen», ha asegurado el alcalde, que ha citado la «vocación de transparencia democrática del equipo de Gobierno».
Por otro lado, el reglamento mantiene el número de dedicaciones exclusivas de los concejales, incorpora oficialmente la posibilidad de establecer un voto telemático en los plenos, añade determinadas propuestas de la oposición y contempla la opción de que el público asistente a las sesiones plenarias pueda intervenir. Eso sí, de cara al futuro, será flexible para «añadir detalles sobre la marcha».