El Grupo de Rescate y Salvamento de la Junta de Castilla y León realizó el pasado sábado su rescate 1.500. Ocurrió en los Cañones de Góngora, en la provincia de León, donde se auxilió a una mujer con una lesión en un brazo que le impedía continuar el camino.
Castilla y León apuesta en la gestión de este tipo de incidentes por un medio propio que permite al Centro Coordinador de Emergencias, que depende la Agencia de Proteccion Civil y Emergencias, resolver los rescates y otras emergencias «de manera rápida, eficaz y óptima dadas las características operativas del GRS».
El grupo está operativo desde que amanece hasta el ocaso los 365 días del año y su base está situada en la localidad vallisoletana de Alcazarén, un punto céntrico en la comunidad, «lo que facilita la capacidad de repuesta y garantiza la optimización de sus tiempos».
El servicio cuenta con un helicóptero definido con unas prestaciones para trabajos de protección ciudadana, muy especialmente de rescate montaña y alta montaña, que está equipado con una grúa con 90 metros de cable que facilita la evacuación de las víctimas sin necesidad de tomar en tierra, permitiendo acceder a los lugares con la orografía más compleja.
En cuanto a su tripulación, que se halla en la misma base de Alcazarén a pie de helicóptero, está integrado por un piloto, un operador de grúa y dos rescatadores, uno de los cuales, además, posee la titulación de Grado de Enfermería para poder realizar de forma eficaz una primera atención sanitaria hasta que el paciente queda en manos de los servicios de emergencias sanitarias.
En el año 2017, se introdujo esa figura del enfermero-rescatador en el grupo de rescate y salvamento. Con esta incorporación, «la Junta de Castilla y León ha dotado al grupo de más capacidad y autonomía en las situaciones más complejas donde hay personas heridas». Así se ha conseguido prestar asistencia sanitaria inmediata en este tipo de incidentes, «con lo que se ha conseguido reducir los efectos de las lesiones, disminuir la morbi-mortalidad, proporcionar confort y reducir el sufrimiento del accidentado».
En 2023, se actualizó el modelo de helicóptero pasando de un H125 monoturbina a un H145 biturbina, doblando las capacidades operativas y permitiendo la sanitarización completa de las operaciones de rescate.
Tres de cada cuatro veces, asistencia sanitaria
De los 1.500 rescates realizados, el 83% de las personas presentaba problemas de origen traumático y el 17%, patologías médicas o ambientales. El 75% de los rescatados precisaba de asistencia sanitaria en el lugar del accidente previa a la evacuación, con un 3% críticos, 21% graves, 29% moderados y un 22% leves.
Por otro lado, cabe destacar que la mayor parte de los rescates se concentra en los meses de julio y agosto (13,5% y 17,5% respectivamente). Las estaciones equinocciales concentran valores entre el 6% de octubre y el 7,7% de abril. Por último, los meses con menos accidentes en el medio natural son los de invierno.