Vivir solo será cada vez más común en Zamora con el paso del tiempo. Así lo estima el Instituto Nacional de Estadística, que en sus proyecciones demográficas para los próximos quince años señala que el 45% de los hogares que tendrá la provincia en el año 2039 serán unipersonales. En estos momentos, ese porcentaje tan solo alcanza el 38%, por lo que el aumento será considerable y seguirá el camino de las décadas anteriores. De ser una rareza, la vida en soledad se está convirtiendo en algo muy habitual.
De hecho, según estas mismas cifras, de cara a 2039, aproximadamente uno de cada cuatro zamoranos vivirá sin compañía, toda vez los hogares de una sola persona pasarán de 29.156 a 35.147, mientras que la población mermará desde los 165.200 vecinos hasta los 152.431. Es decir, en la provincia, cada vez habrá menos ciudadanos y más separados.
Asimismo, a pesar de que se contempla un descenso de más del 7% en la población total de cara a 2039, la cifra de hogares se incrementará en un 3% aproximadamente. Por lógica, el tamaño medio del hogar bajará para pasar de las 2,14 personas a 1,93. Es decir, de media, las viviendas de la provincia no tendrán ni siquiera dos residentes.
En todo caso, los hogares de dos personas también irán en aumento, al pasar de los 22.860 actuales a los 24.681, un incremento del 7,8%, siempre según la proyección del INE. En cambio, los de tres individuos bajarán de 13.678 a 10.924, mientras que los de cuatro o más también se reducirán: de los 11.106 actuales a los 7.379 dentro de quince años.
En general, la previsión del Instituto Nacional de Estadística es que los hogares en general y las viviendas unipersonales en particular aumenten en todos los territorios. El número de hogares de España crecería en casi 3,7 millones en los quince próximos años si se mantuvieran las tendencias demográficas actuales. Además, en 2039 habría 7,7 millones de viviendas unipersonales, el 33,5% del total.
El problema de la soledad no deseada
Eso quiere decir que, si bien la tendencia en España iría en el mismo sentido que en Zamora, el país no alcanzaría ni de lejos la cifra de viviendas de una sola persona de la provincia, que se quedaría doce puntos por encima del promedio. El problema aquí viene de la mano de la llamada soledad no deseada, un problema creciente que mantiene inquieta a la Administración a la vista de todos los problemas de índole social que puede causar, particularmente en los territorios más aislados.