Escuelas, equipos autonómicos, colaboración con los colegios… El CB Zamora sigue ampliando su base social y cuenta ya con unos 450 chavales de distintos grupos de edad que son la base de un club que, en lo deportivo, ha dado este año el salto que llevaba varias temporadas dejándose entrever a nivel social. Y, para cerrar el curso, chavales de todas las edades y niveles celebran hoy en las pistas de Valorio la ya tradicional jornada de convivencia del club con juegos, actividad física y comida.
Actividad que está capitaneada por Rubén Pascual y que ha contado con la incombustible participación del capitán del primer equipo del CB Zamora, un Jacob Round al que cualquier actividad con la cantera le viene bien, sea a la hora que sea, dónde sea y en las fechas que sean. De hecho, hace ya varias semanas que acabó la temporada y Round sigue en Zamora, al menos hasta el martes, cuando marchará de vacaciones. Si hay un jugador que la cantera quiere ver de vuelta, es él.
Pero volvamos a la actividad de hoy. La actividad la dirige por el coordinador de cantera del club, Rubén Pascual. «Es impresionante el número de niños que se está consiguiendo, son muy buenas noticias y es algo muy bueno para el futuro del club», apunta Pascual mientras observa la actividad. Las perspectivas son, además, buenas. «El año que viene estamos hablando de que podríamos tener 15 equipos autonómicos, y eso son palabras mayores», añade.
El club intenta abrir la puerta de entrada a los chavales por diferentes vías. Los equipos autonómicos son el escalón más alto, donde ya hay competición y se requiere un mayor entrenamiento, hasta tres días por semana en según qué categorías. «Luego está la escuela del CB Zamora, que es para los chicos que todavía son pequeños pero quieren jugar al baloncesto». Aquí se les inculcan las normas y los conceptos más básicos. Y, por último, están las colaboraciones con distintos colegios que el equipo tiene establecidas para que el basket sea una actividad extraescolar. «Muchos después acaban en la escuela o quieren seguir», asegura Pascual.
La convivencia no es la única actividad de este tipo que realiza el club. Todos los viernes, en el pabellón de la Diputación de Zamora, los niños se juntan a jugar al baloncesto. Una idea que puso sobre la mesa el entrenador del primer equipo, Saulo Hernández, para que hubiera en la ciudad una opción de ocio ligada al deporte con aroma ochenteno, que recuerda a cuando los niños quedaban para «echar unas canastas». «Esa actividad es un éxito, gusta cada vez a más niños y hemos conseguido que los jugadores del primer equipo se impliquen en ella», resume el coordinador de la cantera.
El club se prepara para seguir creciendo en su base al rebufo de los buenos resultados del primer equipo, que este año ha dado un salto deportivo y social muy importante. «Que gane el primer equipo, que al final es la cara visible del club, es muy importante para la cantera. Pero independientemente de los resultados, el trabajo que se está haciendo en la base es muy bueno», apostillan los responsables. Desde hoy, verano para todos. El baloncesto vuelve en septiembre.