Los dueños de bares en pueblos de menos de 200 habitantes y que sean los únicos que prestan el servicio de hostelería en sus municipios podrán acceder a una línea de subvenciones de hasta tres mil euros para ayudarles a mantener el servicio. Una medida, explican desde la Junta de Castilla y León, que “atiende a los desafíos demográficos de la comunidad, al tiempo que persigue el bienestar comunitario”.
En este sentido, la nueva línea de ayudas presentada aporta un elemento positivo para la permanencia de los ciudadanos en el entorno rural: los bares, cafeterías y otros establecimientos similares son centros de ocio y de relajación para los habitantes del pueblo, pero también son centros de acogida al visitante y de bienvenida al nuevo poblador.
“Esta es una iniciativa positiva desde el punto de vista social, ya que dichos establecimientos son un lugar de encuentro de los vecinos de estas pequeñas localidades, donde hombres, mujeres y niños comparten su tiempo en todo tipo de actividades lúdicas, de ocio o culturales”, asegura el consejero de Presidencia, Luis Miguel González Gago.
“También es beneficiosa desde el plano asistencial y para mantener el bienestar de las personas, dado que la existencia de un bar en un pueblo pequeño ayuda a evitar la soledad no deseada y la desintegración social, e incluso permite detectar situaciones de problemas de salud, vulnerabilidad o desamparo”, concluyen las mismas fuentes. El plazo de las solicitudes está abierto hasta el 15 de julio.
Pueblos «con vida durante todo el año»
Luis Miguel González Gago ha presentado estas nuevas ayudas precisamente en uno de estos bares, en la pequeña pedanía de La Santa Espina, del municipio de Castromonte (Valladolid), que por sus características podría ser una de las entidades locales beneficiarias de la subvención. Esta iniciativa fue uno de los compromisos del Gobierno autonómico para esta legislatura, ya anunciado por el titular de la Presidencia en las Cortes de Castilla y León.
El consejero ha expresado su deseo de que “nuestros pequeños pueblos estén bien acondicionados para el día a día de los vecinos, esto es, que tengan buenas infraestructuras y servicios públicos de calidad, pero también que sean habitables, humanos, sociales… en definitiva, que tengan vida durante todo el año”.
La cuantía que consigna inicialmente la Consejería de la Presidencia a esta nueva línea de ayudas es de algo más de tres millones de euros. No obstante, está previsto que dicha cuantía pueda verse ampliada para dar respuesta al máximo número posible de peticiones.