La Confederación Hidrográfica del Duero permitirá que los agricultores de Tierra del Vino que están fuera de la comunidad de regantes puedan utilizar agua en sus cultivos, pero se mantiene en sus trece en el caso de las riberas del Eria y el Órbigo, donde solo se podrá usar el agua que tenga todos los derechos aprobados, que tendría que ser usada para regar toda la superficie. Una cuestión inviable, puesto que no hay agua para tal extensión de terreno. Los agricultores que tengan, así las cosas, derechos de agua podrán regar, pero no hay solución transitoria para aquellos que no los tengan aprobados.
En este sentido, el presidente de la Diputación de Zamora, muy crítico con la Confederación Hidrográfica del Duero en su discurso del pasado Día de la Provincia, ha ratificado lo dicho y asegura que «las administraciones debemos tener siempre algo de mano izquierda», aunque en este caso los agricultores «no tengan toda la razón» de su parte. «Le pido a la CHD que, en lugar de tirar de bolígrafo sistemáticamente se siente a escuchar, que razone y entienda que trata con la forma de vida de mucha gente que intenta sacar adelante a sus familias».
El presidente de la Diputación llama, además, a «defender al agricultor y al ganadero», que son los que «mantienen vivo ese medio rural que tanto nos gusta defender», los que «generan empleo y riqueza». En este caso, «las cosas no se han hecho bien por ambas parte, pero lo correcto sería razonar las cosas y tomar decisiones en beneficio de los ciudadanos», añade Faúndez.
Depuradoras
Faúndez ha aprovechado la pregunta sobre los agricultores para censurar además las actuaciones de la Confederación Hidrográfica del Duero en lo relativo las sanciones que se vienen imponiendo a los pueblos que no realizan los vertidos de aguas residuales de una forma correcta. «No tiene sentido cuando tendría que ser la propia administración de la que depende la CHD la que tendría que dar solución a estos problemas».
En el mismo sentido, el presidente provincial recuerda que «las depuradoras en los pueblos de entre 2.000 y 500 habitantes ha sido esta institución y la Junta las que han asumido las obras ante la desidia de la administración estatal» . En la misma línea, Faúndez ha avanzado que el próximo lunes se celebrará en Zamora una reunión para avanzar en los proyectos de depuradoras de los pueblos de menos de 500 habitantes de la provincia. «Sancionar es muy fácil, además con sanciones que en muchos casos no están en consonancia con los ingresos de la gente. Es mejor tener mano izquierda, hablar las cosas e intentar resolverlas», concluye Javier Faúndez.