La reforestación de la Sierra de la Culebra, que se está desarrollando ya de manera incipiente, comenzará a acometerse de manera más rápida una vez se haya sacado toda la madera que aún queda en la zona dos años después del primero de los dos incendios que asolaron la zona. Según la Junta, aún queda alrededor del 5% de la madera por sacar y la previsión es que esté todo fuera en el mes de agosto «salvo algún lote que haya podido tener un problema puntual». Las mismas fuentes recuerdan que la cantidad de madera quemada es la equivalente a un año en toda Castilla y Léon.
Dentro del plan de reforestación, indica Manuel Moreno (jefe de Servicio de Medio Ambiente), se ha dividido la zona quemada en 400 parcelas. Los datos indican que en el 83% de esas parcelas hay regeneración natural del bosque y ahora se estudia si eso es suficiente o si la naturaleza necesita ayuda. «Entendemos las prisas pero la naturaleza tiene sus tiempos y hay que esperar para ver lo que es capaz de regenerar», apostilla Moreno.
En las zonas de densidad media se observa una regeneración de 7.000 plantas por hectárea, un dato «muy satisfactorio» que sirve de base para iniciar las labores futuras de plantado. «Observamos que el regenerado natural va muy bien», añade Leticia García, delegada de la Junta en Zamora.
Los trabajos de reforestación arrancarán, así las cosas, cuando el verano esté «prácticamente acabado», ya que antes no tendría mucho sentido iniciarlos por encontrarse la zona en riesgo elevado de incendios y porque el verano es la peor época para plantar nuevos árboles.
Sobre la madera, la Junta recuerda a los propietarios de fincas privadas en las que aún se ven árboles quemados que tienen la obligación de sacarlos. «Se ofreció ayuda a través del Somacyl para las personas que lo necesitaran. Las fincas que todavía queden pendientes pueden dirigirse a la Junta para dejar la zona en las mejores condiciones posibles», recuerda la delegada.