Zamora cierra el viernes una campaña electoral, la de las Elecciones Europeas del próximo domingo, sosa. Marcada por los actos, siempre más destinados a la prensa que a los propios votantes, de los partidos mayoritarios, donde la presencia de líderes nacionales ha sido nula y en la que los representantes autonómicos de los partidos han pasado más bien de soslayo. No es de extrañar, visto el poco peso electoral de una provincia lastrada por la despoblación en unas elecciones en las que se juega con circunscripción única. Paradójicamente, la despoblación y el peso del sector primario hacen que Zamora sea una de las provincias más afectadas por las cuestiones centrales a debatir en Europa durante los próximos años.
Pero volviendo a la campaña, bien puede decirse que el partido con más presencia durante estos días ha sido el PP. Nada nuevo. Los populares han conseguido que Alfonso Fernández Mañueco estuviera en Zamora en dos días distintos a comienzos de la campaña y han celebrado, en la capital, el acto más numeroso de estos quince días. Copado, eso sí, por alcaldes y concejales del partido y sin público asistente más allá de este. Durante estas semanas han acudido a Zamora consejeros (Rocío Lucas o Carlos Fernández Cariado), ha pasado por la provincia el candidato del Partido Popular de Castilla y León (Raúl de la Hoz) e incluso algún eurodiputado, como Pablo Arias en el último día de campaña.
¿El mensaje? Más nacional que europeo, sin duda. Aunque los populares siempre han incluido la coletilla de «lo que nos jugamos en Europa», con referencias a la despoblación y al sector primario, su campaña ha sido nacional, llegando a convertirse en varios momentos en un espejismo de campaña nacional. «Debemos enseñar la puerta de salida a Sánchez este domingo», han insistido varios líderes del PP en declaraciones ante los medios. El campo, la EBAU única (la campaña ha coincidido con las pruebas de acceso a la universidad) y las infraestructuras (mención especial para la Ruta de la Plata) han marcado los mensajes populares.
El PSOE, por su parte, con un plano más bajo en la primera parte de la campaña, ha echado el resto durante estos días. También ha pasado por Zamora Luis Tudanca, y lo ha hecho Iratxe García, la candidata que el aparato del partido en Castilla y León ha incluido en las listas para las europeas. Ni rastro en Zamora de Teresa Ribera, como tampoco ha habido rastro de Dolors Montserrat. Poca sorpresa en ambos casos, evidentemente.
La campaña de los socialistas ha intentado ser, eso sí, más «europeísta», aunque con puyas al Gobierno de la Junta y también con calado nacional. El PSOE reivindica las inversiones que Europa ha realizado en España en los últimos años gracias, dicen, a la gestión del Gobierno de Sánchez, y ataca a la Junta por unos servicios públicos que cataloga como de baja calidad. «Es más fácil encontrar un pueblo con fibra óptica que un pueblo con médico», aseguraba en Zamora Luis Tudanca hace unos días.
Resto de partidos
Del resto de formaciones, la que más se ha movido en Zamora ha sido la coalición Existe, de la que forma parte Ahora Decide. Los de Manuel Fuentes han conseguido que Tomás Guitarte, cabeza de lista nacional de la coalición, hiciera parada en Zamora para participar en un acto electoral abierto al público que se celebró en La Alhóndiga. Políticamente, Guitarte ha sido la presencia más interesante para los electores zamoranos de las que se han registrado en las últimas semanas.
Vox ha desaparecido. Dos denuncias ante la Junta Electoral Provincial por carteles que el PSOE ha pegado encima de los suyos en Morales del Vino, en las postrimerías de la campaña, han sido la aportación de la formación de ultraderecha al debate durante las últimas jornadas. Ni presencia de líderes regionales, ni mucho menos de nacionales. La formación provincial no ha estado tampoco presente en las calles más allá de alguna acción puntual.
Más de lo mismo para Sumar y Podemos. Alguna nota remitida a los medios, y poco más. La presencia pública ha sido nula en ambos casos, conscientes ambos partidos de la dificultad de pescar votos en Zamora. Por su relación con la tierra, cabe mencionar a Prepal que, este año, apenas si ha llegado a poner carteles.
Y con esto acaba una campaña descafeinada en la que los partidos rematan haciendo un llamamiento contra una abstención que se prevé elevada, sin que nadie se atreva a asegurar que eso será bueno para sus intereses. Queda poco más que acudir a las urnas y contar los votos. A la vista de los últimos días, pocos habrán cambiado de sentido.