En la planta baja del Archivo Histórico Provincial, dos artistas de época para la provincia firman un documento junto a la delegada territorial de la Junta, Leticia García. El momento tiene cierta solemnidad, incluso emociona a la política. No en vano, se trata de dos figuras clave para entender el arte en Zamora durante la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI, y ambos están en medio de la entrega física de parte de su legado; de la memoria de su actividad.
Lo que rubrican estas tres personas es la donación al público del archivo de la asociación Aceña Cultural, un colectivo que operó en la provincia entre 1978 y 1985, y que reunió en su seno a varias decenas de personas del mundo de la cultura en Zamora. Aquellas gentes eran «artistas plásticos principalmente» y, en todo caso, vecinos interesados «en el momento artístico local, sus relaciones y sus consecuencias».
En el acta fundacional, aparecen las primeras intenciones, el ánimo de colaborar con una «proliferación cultural aparentemente renovadora» y la preocupación por «la suerte del patrimonio y de los condicionantes urbanísticos», aunque de fondo todo queda marcado por «la necesidad de defender, integrar e impulsar los valores culturales con auténtico arraigo, vigencia y futuro», y por el ánimo de hacerlo «desde un colectivo consecuente y decidido».
Al pie de este texto, aparecen varias fichas de socios que demuestran no solo estaban, como miembros destacados, Pedrero o Crespo. Los nombres de Claudio Rodríguez, Hilario Tundidor o Baltasar Lobo brillan dentro de un grupo que vivió «años muy bonitos» en un tiempo en el que «la cultura estaba muy desprotegida», según recuerda ahora el pintor autor de La Golondrina.
En su día, Aceña Cultural impulsó la creación de la escuela de arte, organizó exposiciones de urbanismo con cierto impacto y polémica, abordó cuestiones estéticas y relacionadas con la estructura de la propia ciudad y se mostró incómoda con los poderes políticos y fácticos de la época. Pero lo que acabó con la aventura no fueron las presiones, que las hubo, sino la falta de relevo.
«La gente joven ya no seguía», remarca Crespo, mientras Pedrero incide en que la cesión de los archivos podría servir «como acicate y estímulo» para que alguien devolviera a la ciudad aquel espíritu de Aceña Cultural casi cuarenta años después. «Entonces, nosotros podíamos, no estábamos apuntalados», apunta con sorna el pintor, que destaca que aquel proyecto se desarrolló «sin ninguna mira política» y con la única razón de ser de «Zamora y su estética».
El acta fundacional se puede observar estos días en la exposición abierta en la planta baja del Archivo Histórico Provincial, en la Rúa de los Francos, que está vinculada a la celebración de la Semana de los Archivos. Las propias dependencias donde se ubica la muestra se pueden conocer en las visitas guiadas que tendrán lugar durante toda la semana a las 12:00 horas de manera gratuita y con una duración de 1 hora y 15 minutos.
Las consultas en el archivo
Durante el pasado año, el Archivo Histórico Provincial recibió 4.735 consultas de parte de 442 investigadores en su Sala de Investigación; mientras que las consultas de documentos por parte de ciudadanos particulares se elevaron hasta 518, de las cuales 452 precisaron servicio documental. En cuanto a las peticiones no presenciales, se llegó a la cifra de 684 a lo largo de 2023. Según los últimos datos recogidos por el personal de este centro, el número de consultas presenciales en lo que va de año es de 2.333, divididas en las 2.037 de investigadores y las 296 de ciudadanos particulares; mientras que por vía telemática se sitúan en 298 consultas.
Asimismo, la Administración Autonómica cuenta en Zamora con el Archivo Territorial de la Junta, dependiente de la Delegación Territorial, que desde el 2003 se encarga de custodiar la documentación generada por la Junta de Castilla y León en su ámbito de actuación territorial de toda la provincia. En este archivo quedan recogidos aquellos documentos que han perdido su valor administrativo (más de 5 años de antigüedad), pero aún no cuentan con valor histórico (más de 50 años de antigüedad).
Durante el último año, se han recibido en el Archivo Territorial un total de 1.126 cajas por parte de los servicios territoriales de la Junta de Castilla y León. En cuanto a los servicios prestados durante ese mismo ejercicio, destacan los 624 préstamos documentales a la Administración y las 320 consultas informativas de oficinas, a lo que habría que sumar 25 consultas de ciudadanos particulares y 16 asesoramientos técnicos en materia de aplicación de reglas documentales.