El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León confirma la absolución, dictada a finales del año pasado por la Audiencia Provincial de Zamora, del administrador concursal del hotel Rey Don Sancho, sobre el que pesaban acusaciones de extorsión, administración desleal y estafa procesal. El Alto Tribunal considera que los delitos no están probados y condena a pagar las costas a la parte recurrente.
El TSJ considera, en contra de lo argumentado por la parte denunciante, que las pruebas presentadas en el juicio en Zamora están bien valoradas por los jueces y que la sentencia contiene «una valoración lógica, racional y razonable de todas las pruebas practicas, siempre dentro de los cánones tradicionalmente usados».
Todo ello para llegar a la conclusión de que no concurren los delitos imputados, «no siendo suficiente la prueba practicada para desvirtuar la presunción de inocencia, o que en todo caso se generarían dudas que deben ser solventadas con la aplicación del principio in rubio pro reo».
Sobre los menús cobrados a un precio más bajo del establecido, la sentencia establece que «no habría quedado probado que el acusado impusiera al denunciante un determinado menú o precio, y así ni siquiera lo manifiesta el denunciante con su declaración. Además no se ha acreditado que el precio abonado por los comensales fuera desproporcionado, y en este sentido el denunciante tenía la facilidad probatoria aportando el menú», argumentan los jueces.
La Fiscalía solicitaba para el acusado un año y medio de prisión por extorsión, otro tanto por administración desleal y dos años por estafa, además de multas de cerca de 40.000 euros para la sociedad.