La carretera ZA-V-2637 es un peligro y los vecinos de Ferreras de Arriba, Villanueva de Valrojo y Otero de Bodas, convocados por la asociación La Culebra No se Calla, han salido a la calle para visibilizarlo. En una jornada marcada por las protestas sociales en la zona, los vecinos de la comarca se han unido en la intersección de la vía con la N-631 para exigir a las instituciones (principalmente a la Diputación de Zamora, que es de quien depende la carretera) que la arreglen. «Por aquí no se puede circular».
De la mala situación de la carretera da fe el cartel que luce al poco de salir de Ferreras de Arriba: «Camino rural en mal estado, se recomienda buscar ruta alternativa». A medio camino entre Ferreras de Arriba y la Nacional los baches se hunden muchos centímetros bajo el nivel del asfalto, lo que hace muy complicada la circulación para cualquier turismo. Alcanzar la velocidad máxima permitida es una quimera en buena parte del recorrido, donde apenas se pueden superar los diez kilómetros por hora bajo riesgo de quedarse sin coche.
La carretera, conocida en la zona como «Camino de la Cañada», se asfaltó en los ochenta. Los municipios afectados por su mal estado, Otero de Bodas y Ferreras de Arriba, «solicitaron en 2015 y 2016 una subvención para arreglarla, que se denegó porque la carretera no une dos pueblos», si no un pueblo con una carretera de mayor rango. En 2018, al fin, se acometieron algunos trabajos y desde entonces, aseguran los convocantes, en la zona no se ha hecho nada.
La carretera está visiblemente afectada por el tránsito de vehículos pesados durante los últimos tiempos como consecuencia de los incendios de la Sierra de La Culebra del verano del año 2022. Es usada tradicionalmente como «atajo» por parte de los vecinos de Ferreras de Arriba que quieran desplazarse hasta Sanabria, a la N-525 o a la A-52, que usan esta vía para acortar distancias y no tener que ir por Ferreras de Abajo hasta la carretera general.