La circulación por Puente Pino se ha restablecido en la jornada de hoy después de unas obras que han durado varios meses y que han servido para reforzar la estructura del viaducto. Lo que era una inversión de 90.000 euros para repintar el puente se convirtió en una obra de mayor envergadura y el viaducto ha permanecido meses cortado.
El trabajo de repintado permitió atisbar dos agujeros en los estribos que hacían necesaria su reparación, lo que ha retrasado su apertura hasta el día de hoy. La noticia de la apertura la ha dado hoy en Zamora la consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral.
La historia del puente
Inaugurado en el año 1914, el puente de Requejo fue en su momento el viaducto de mayor luz y envergadura de España. Una obra de ingeniería que permitió acabar con el tradicional «abandono» de la comarca de Sayago, aislada de otras zonas de la provincia, y que salvó el desfiladero del río Duero en la penillanura granítica del occidente de la provincia de Zamora. Facilitó, en suma, las comunicaciones de Aliste y Sayago con la capital. Hasta su apertura, la comunicación directa entre las dos comarcas se realizaba con una barca movida por una maroma.
Su longitud total es de 190 metros que se salvan mediante un arco central parabólico rebajado de 120 metros de luz, con dos prolongaciones en los extremos. El desnivel que salva es de 90 metros de altura. Los estribos del arco y los apoyos de fábricas de las palizadas de los tramos rectos se construyeron en hormigón y el pavimento del tablero fue realizado en un origen en piedra. El peso total del material metálico empleado en la construcción fue de 450 toneladas de acero, lo que da un peso de 414 kilos por metro cúbico.