Es como si fuera una adivinanza o algo así, ¿no? Parecido ¿O cómo es?
Interminable, la más valiosa, clara y pura variable
Lo que remedia todo lo irremediable
Es la energía que me lleva hacia ti
Al son de la música de «Inevitable» de Maldita Nerea, los niños y niñas del Alejandro Casona y del Virgen del Castillo traspasaron la pared que separa ambos centros, viajaron juntos hacia el Teatro Ramos Carrión y estrenaron con una actuación conjunta la XVI edición del encuentro provincial «La Escuela en Danza». En el público, los otros 500 niños que más tarde saldrían al escenario; sobre esa plataforma, unas letras que se elevaron al final para formar la palabra «inclusión».
El espectáculo de este amplio grupo formado por alumnos de los dos centros constituyó uno de los momentos más emotivos y, a la vez, más reveladores del espíritu de esta cita anual que implica no solo al medio millar de niños y niñas de centros repartidos por toda la provincia, sino a unos 60 docentes de las áreas de Educación Musical y Educación Física, que se han afanado durante meses para escoger los temas, montar las coreografías y motivar a sus pequeños artistas antes de la actuación del Ramos.
Desde la primera edición en 2005, el espíritu de esta cita siempre ha ido más allá de la atención a las actuaciones de mayor calidad y se ha centrado en la parte humana, en «la unión, el compañerismo y la integración a través del vehículo de la música», como ha expresado este mismo viernes, justo antes del encuentro, la coordinadora de la cita, Irma María Gómez.
Mientras ella hablaba, los cientos de niños, muchos de ellos llegados tras un largo viaje en autobús desde Toro, Benavente, Fuentesaúco, Alcañices o Ferreras, iban ocupando sus asientos con los trajes de faena puestos, los gritos de emoción en la garganta y la música ya en la cabeza para salir al escenario a interpretar lo ensayado: «Hay folklore, danzas del mundo y estilos modernos como el electrolatino», ha señalado Gómez.
De Infantil a los últimos cursos de Primaria
Tal variedad se ha plasmado más tarde con temas como el citado de Maldita Nerea, alguna jota, canciones de Justin Timberlake, éxitos del verano como «Mon Amour», de Aitana y Zzoilo, o incluso composiciones eurovisivas, el caso de «Fuego», de Eleni Foureira, que corrió a cargo de los alumnos del Arias Gonzalo.
Muchos de los participantes eran niños de quinto o de sexto de Primaria, pero también había algún grupo de Infantil, como en el caso del Juan XXIII: «Todo el mundo es bienvenido. La idea es que disfruten bailando y con el contacto, la sensibilidad y el arte», ha resumido Gómez, que ha reivindicado el aprendizaje de los ensayos y «la amistad para siempre» que se forja con la música y el movimiento.