El Ayuntamiento de Cazurra ha obtenido el permiso de la Confederación Hidrográfica del Duero para poder recuperar las Lagunas de El Sardonal, lo que permitirá dar una nueva vida a un espacio natural que languidece. De hecho, de las dos lagunas que hay en la zona solo se podrá recuperar, en la práctica, una. La otra está ya cegada, indica la propia alcaldesa, Ana Vasallo.
La propuesta de recuperación llega, indican fuentes municipales, tras «décadas de abandono», lo que se ha traducido en que el estado de la laguna supusiera «incluso un peligro ecológico por el estado en el que se encontraba». La autorización de la Confederación Hidrográfica permitirá el acondicionamiento y rehabilitación. El siguiente paso del programa que maneja el Ayuntamiento es que la laguna pueda inscribirse como «humedal de relevancia», algo que «se pretende gestionar sin demora alguna».
La Junta se abrió a la petición del Ayuntamiento de Cazurra para recuperar este espacio natural al poco de cursarse. La administración regional, que es la que tiene competencias en este materia, «se abrió a la petición de UPL para que se recuperara el espacio natural», apuntan desde la formación leonesista. «Todo ello tras la petición de la formación para que se interviniera con urgencia, dado el avanzado estado de degradación medioambiental, repleto de maleza, basuras y todo tipo de residuos».
Si las actuaciones dan sus frutos, Cazurra habrá recuperado una zona húmeda que, sin alcanzar la categoría de otros humedales de la provincia, sí que presenta un espacio de biodiversidad relevante en la zona y se traduce en la generación de riqueza para la fauna y para el ganado, apuntan las mismas fuentes. «Culminada la recuperación planteada en el entorno el paisaje volverá a recuperar el esplendor de décadas pasadas, sirviendo de hábitat natural de flora y fauna autóctona perdida. Sirviendo además como medio natural de regulación del clima y la temperatura».
Las actuaciones suponen la limpieza de la zona y la extracción de residuos para poner fin a «décadas de degradación», devolviendo el entorno a su estado natural, «que los vecinos recuerdan de épocas pasadas y que supondrá un atractivo más para el municipio».
La iglesia, en peligro
La alcaldesa de la localidad asegura que el mal estado de la iglesia es otra de las cuestiones que afectan al municipio. Aunque el interior no corre peligro y se sigue celebrando misa, donde acuden los vecinos con normalidad, el exterior es harina de otro costal y se han llegado a registrar desprendimientos.
El Ayuntamiento ha solicitado la ayuda de un arquitecto colegiado, que ha elaborado un informe con las actuaciones que serían necesarias para salvaguardar la estructura del templo y eliminar el riesgo para los viandantes. El informe se ha enviado a la Diócesis de Zamora, que es la propietaria del templo, para que se estudie y se valore la reforma, que es necesaria, indican fuentes municipales.