El Ayuntamiento de Zamora destinará 445.000 euros a un proyecto para adecentar y consolidar las ruinas de las aceñas de Gijón, en la capital, y convertirlas en una atracción para turistas y para los ciudadanos de la propia ciudad. El proyecto se pagará con los 350.000 euros concedidos por la Unión Europea al Patronato Provincial de Turismo para este proyecto y se complementará con fondos propios del Ayuntamiento de Zamora. El proyecto ha sido elaborado por el arquitecto Pedro Lucas del Teso y tendrá que ser el propio Patronato el que licite y contrate las obras con el dinero transferido por el Ayuntamiento. Después, los trabajos serán entregados al Consistorio municipal.
El plan ha sido presentado por el alcalde de la ciudad, Francisco Guarido, y por el concejal de Turismo, Christoph Strieder, que lo han enmarcado en las actividades que los ayuntamientos pueden llevar a cabo para promocionar la llegada de visitantes a sus municipios. La propuesta nace ante el evidente estado de abandono de las aceñas de Gijón, en ruina y en riesgo de desaparecer fruto de las crecidas del río. El Ayuntamiento, en estas, solicitó a la Confederación Hidrográfica permiso para realizar actuaciones en el entorno, permiso que le ha sido concedido.
Sobre el particular de la propiedad de las aceñas, el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con los particulares que las tienen inscritas en el Registro de la Propiedad de Zamora. Aunque Guarido ha asegurado que el Ayuntamiento «siempre trabaja con la idea de que las aceñas son de la Confederación Hidrográfica del Duero», sí es cierto que las antiguas concesiones de aprovechamiento han dejado ahora el bien a nombre de particulares.
Las aceñas cuentan con dos parcelas en sus aledaños, una más pequeña (de unos 1.200 metros cuadrados, de labor) y una más grande, arbolada, de más de una hectárea. Teniendo en cuenta que al Ayuntamiento «le interesan» estas parcelas y que, estas sí, tienen dueño, se ha acordado comprarlas por 51.801 euros y, a cambio, los particulares que tienen registradas las aceñas renuncian «a cualquier derecho sobre la propiedad» en un futuro. El camino que lleva a la zona desde el barrio de Olivares desemboca precisamente en una de esas parcelas, que contará con «zonas de estancia» (bancos, mesas…) y donde se estudiará la instalación de iluminación artificial.
El concejal de Turismo ha dado algunos detalles del proyecto, que trabajará en los arcos, cañadas y puentes de las aceñas y que instalará unos elementos funcionales de control de caudal. Un ejemplo, ha asegurado Strieder, de «diálogo del patrimonio natural e histórico en la capital zamorana». El proyecto estará listo a finales del año que viene, ha detallado el edil.