Perder población tiene efectos más allá de los evidentes. Casas vacías en los pueblos, negocios cerrados, escasez de vida social… son consecuencias palpables en la vida diaria de los vecinos que resisten en los pueblos de la provincia, sobre todo en los más pequeños. Pero perder población tiene también efectos económicos. Los ingresos de los pueblos se calculan, en la mayoría de las ocasiones, teniendo en cuenta la población residente. Y la ecuación es fácil porque a menor población, menos dinero. La evolución suele ser paulatina, pero hay cotas que, si se franquean, hacen cambiar el propio sistema de financiación. Una de ellas es la de los mil habitantes, una cifra que ya no alcanza Bermillo de Sayago por primera vez en la historia demográfica reciente del municipio.
Aunque Bermillo de Sayago, como pueblo, tiene menos de mil habitantes desde hace años, el municipio ha bajado de esa barrera en los últimos meses. El Ayuntamiento de Bermillo rige, además de en la localidad principal, en los núcleos de Fadón, Fresnadillo, Gáname, Piñuel, Torrefrades, Villamor de Cadozos y Villamor de la Ladre. Entre todos suman, a efectos oficiales a cierre del ejercicio pasado, 998 vecinos.
Bermillo mengua, y lo hace a marchas forzadas desde hace más de una década aunque la tendencia parece haberse detenido en los últimos años, cosa por otro lado lógica porque el final de la dinámica de pérdida de población no debería tardar mucho en encontrarse. Sea como fuere, la pérdida de la barrera de los mil habitantes tiene dos efectos directos en la financiación de la localidad, según explica el propio secretario municipal en declaraciones a este periódico.
El Ayuntamiento de Bermillo de Sayago, como sucede en todos los pueblos medianos y pequeños de la provincia, encuentra en el Fondo de Cohesión Territorial y en la participación en los tributos del Estado sus dos principales fuentes de financiación. Y ambas están condicionadas al nivel de población. En el primer caso, que refiere a los fondos que libera la Junta de Castilla y León, Bermillo pasa ahora al grupo de municipios de menos de mil habitantes. Efectos prácticos: «que nos va a tocar menos dinero», resume el trabajador municipal.
En lugar de acudir directamente a la Junta de Castilla y León a buscar la financiación correspondiente, presentando para ello los proyectos que sean necesarios (con estos fondos suelen financiarse obras), Bermillo de Sayago tendrá ahora que buscar el dinero entre un conjunto de pueblos mucho más elevado y tendrá que hacerlo por la vía de la Diputación de Zamora, que es la que gestiona estos fondos (que siguen siendo de la Junta) en el caso de los municipios más pequeños. El destino del dinero es el mismo, pero la cantidad será, a buen seguro, menor. En 2022 llegaron al pueblo por esta vía 22.817 euros.
Y, en el caso de la participación en los tributos del Estado, la cantidad, resume el secretario municipal, está directamente ligada a la población de la localidad y a los servicios que presta. Bermillo de Sayago no cambia en el segundo aspecto, pues bajar de la barrera del millar no conlleva dejar de prestar ningún servicio a los vecinos, pero llegará dinero en consonancia al número de vecinos. En el año 2023, según los datos del Ministerio de Hacienda, el pueblo recibió algo más de 191.000 euros por esta vía.