Las tenazas del Diablo Grande de los Carochos de Riofrío de Aliste forman parte de la representación de «El Castillo de Lindabridis», obra producida por Nao D´amores y por la Compañía Nacional de Teatro Clásico. La obra acaba de estrenarse en el Teatro de la Comedia de Madrid y las tenazas se han integrado en dos escenas de la representación, indican desde la Asociación Cultural Amanecer de Aliste. El encargado de manejar este artefacto diabólico es el personaje del Fauno quien aparece con ese arma disuasorio, para luchar con los caballeros andantes, en las escenas primera y última de la representación.
La directora de Nao d´amores, Ana Zamora (último Premio Nacional de Teatro), ha versionado esta obra de Calderón de la Barca y dirige una historia «llena de fantasía en la que la princesa Lindabridis, para heredar el trono de Tartaria, deberá casarse con un caballero que pueda vencer a su hermano Meridián en un torneo». Las grandes protagonistas son dos mujeres que toman la iniciativa por medio de diferentes aventuras, luchas de espadas, seres mitológicos, cantos y bailes.
Las tenazas de Los Carochos las utiliza el personaje del Fauno en la primera escena de la representación “luchando contra los caballeros andantes que han ido a liberar una isla, en mitad de Egipto, del poder del Fauno, el personaje que tiene los monólogos más profundos, al estilo calderoniano”, en palabras de Ana Zamora recogidas por la Revista Los Carochos.
«La utilización de las tenazas ancla al personaje de Fauno a la tierra, no puede más terrenal y más popular»
Ana Zamora, directora de la obra
La segunda ocasión en que sale en escena este instrumento extensible de la mascarada de Riofrío de Aliste es en el duelo final, “el torneo al que camina toda la función, porque todos los caballeros andantes deben de luchar por el amor de Lindabridis hasta terminar enfrentándose con el Fauno quien los mata a todos, excepto a la princesa Claridiana”, resume la directora.
La responsable artística de Nao d´amores está satisfecha del diálogo que se establece en las acciones del Fauno con las tenazas ya que, en su opinión, “le da a este intérprete un carácter mucho más interesante, de mayor personalidad, al tratarse de un personaje tan complicado”.
Para Ana Zamora, último Premio Nacional de Teatro, “la utilización de un arma como las tenazas, que es un elemento de atrezo, no puede ser más terrenal y más popular porque ancla a la tierra al personaje del Fauno que está concebido para una representación cortesana aunque, de repente, esto se transforma en una pequeña mascarada popular”·
Una vez culmine su trayectoria en Madrid, «El Castillo de Lindabridis» llegará al Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid el próximo 20 de abril.