Hoy se iba a clase sin mochila, porque el almuerzo se ha quedado en casa. Día especial, al fin y al cabo, en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús (Amor de Dios) de la capital, que ha recibido la visita de prestigiosos cocineros de diferentes puntos del país dentro del proyecto «Sabores que enseñan y crecen», que empezó siendo una pequeña iniciativa en el interior de las aulas y que ha cogido una altura inusual.
El proyecto tiene una doble vertiente. Primero, enseñar a los niños a disfrutar con sabores que, en ocasiones, se salen de lo habitual. Y, segundo, concienciar a los padres de que es necesario sacar tiempo «de donde sea» para que la alimentación de sus hijos sea la correcta. Lo corrobora Patricia de Toro, coordinadora de Infantil en el centro: «Hay niños que traen para almorzar comida sana y otros que vienen con una bolsa de patatas fritas», asegura.
El proyecto nació de las propias conversaciones que surgían en las aulas de los más pequeños a la hora del almuerzo. «Se preguntaban por qué unos traían unas cosas y otros otras, por qué una manzana era más brillante que otra». Así que se empezó a hablar del tema, buscando las vueltas a un tema al que, aparentemente, nadie daba mucha importancia. «Y vimos que estaban muy interesados en la comida, en la comida sana, y en comprar cosas de Zamora», asegura la profesora.
«El proyecto surgió de las conversaciones que manteníamos en el aula a la hora del almuerzo»
Patricia de Toro, coordinadora de Infantil del Sagrado Corazón de Jesús
Las maestras de Infantil y Primaria se pusieron entonces manos a la obra, primero centrando sus esfuerzos en los alumnos e intentando lograr la participación de cocineros reconocidos, a los que «primero les pedimos solo un vídeo por redes sociales», como se hizo con Karlos Arguiñano. «Pero todo cambió cuando llegó Gloria». Gloria es Gloria Lucía Martín, del restaurante El Empalme en Rionegro del Puente. «Se ha implicado mucho en el proyecto y ha conseguido que ahora sea lo que es».
Y ese «lo que es» incluye lo que hoy se ve en el centro. A Zamora han llegado Igor Zalakain, jefe de investigación de Arzak (en San Sebastián); Cynthia Yaber, jefa mayor de cocina en el mismo restaurante; Ciro Carro, sommelier del restaurante Akelarre; Mónica Fernández, cocinera de La Posada de las Misas y la propia Gloria. Cocineros de primerísimo orden nacional que hoy cocinan para los más pequeños y para sus padres conscientes, como ha asegurado Zalakain, «de que va a ser complicado que los niños se lo coman». La iniciativa cuenta con la participación de Fermín Rabanillo y de Moralejo Selección, una empresa tan implicada en la causa que ha «enviado» a su propio dueño, Mario Oliveira, a cocinar las hamburguesas para los chavales.
«Comer sano no significa que haya que estar dos horas en la cocina todos los días, hay que eliminar ese pensamiento»
Igor Zalakain, jefe de investigación de Arzak
La voz cantante de la cocina la lleva claramente Gloria, que celebra que varios prestigiosos cocineros se hayan animado a venir a Zamora. Pero el que aterriza las ideas es Zalakain. En declaraciones realizadas a este periódico, el jefe de investigación de Arzak defiende la importancia de la buena nutrición desde las primeras etapas de la vida. «Podemos hacer comida sana sin estar dos horas en la cocina todos los días, claro que sí. Y tenemos que quitar la idea de que hay productos malos, como los congelados, que son tan saludables como los frescos cuando no están ultraprocesados».
¿Falta de tiempo? «Puede ser, pero yo creo que no es tan complicado organizarse, y es una tarea que tenemos que hacer los padres». Sobre la comida rápida, Zalakain defiende que «no significa que no sea sana, hay comida rápida sana, como las hamburguesas que hoy vamos a comer», un producto, el de Moralejo, compuesto por «un 98% de carne de cordero». Zalakain defiende, además, la importancia de consumir productos de cercanía. «Es concienciación social», asegura. Además, Zalakain defiende implicar a los niños en el proceso de compra de comida y en la propia cocina. «Les gusta, les motiva, y les hace comer mejor», asegura.
Huir de los ultraprocesados
Aunque el tiempo siempre aprieta y el trabajo siempre apura, Igor Zalakain ha pedido a los padres que huyan, siempre que sea posible, de los productos ultraprocesados. «Eso es preocupante, ir por el camino fácil continuamente. Somos conscientes de que comer sano puede suponer un esfuerzo, pero al final es una inversión en la salud de nuestra familia», apostilla el cocinero. «Al final, la comida es educación. Educación en sabores y en productos. Es conciencia. Y renunciar a un poco de tiempo y a la comunidad de otras opciones», concluye.
El proyecto continuará en las próximas semanas, con actividades en las aulas ligadas a una buena nutrición y con salidas fuera del colegio. Así, los alumnos del Sagrado Corazón de Jesús se desplazarán en las próximas semanas al Mercado de Abastos para conocer, de la mano de sus profesores, el principal núcleo de consumo local de Zamora.