El Ayuntamiento de Morales del Vino se desvincula de la tala «masiva» de árboles que se ha producido en los arcenes de la N-630 en la salida de la localidad en dirección Zamora. Una actuación que, asegura la alcaldesa del pueblo, Carmen Lorenzo, compete «únicamente» a la Dirección General de Carreteras, propietaria de la infraestructura que atraviesa el pueblo.
Las actuaciones han sido denunciadas por la concejala de UPL en el Ayuntamiento moralino, Marta Vicente. La edil lamenta que «cientos de árboles adultos de diferentes especies han sido sacrificados, sin necesidad alguna, a lo largo de más de seiscientos metros, y con anchuras de terreno de entre cinco y diez metros». Los troncos serrados «permanecen como prueba de tamaña barbaridad».
La tala de árboles se ha producido durante las últimas semanas. El Ayuntamiento indica que el pasado mes de noviembre, con los fuertes vientos que se registraron en toda la provincia, cayeron en la zona varios árboles, alguno sobre una propiedad privada. «No sabemos si esto ha motivado la tala, porque nosotros no hemos sabido nada hasta que vimos a los trabajadores de la Unidad de Carreteras limpiando la zona», apostilla Lorenzo en declaraciones a este periódico.
70.000 coches al año
Por su parte, UPL insiste en que el Ministerio «recomienda» este tipo de plantaciones, que «tienen beneficios para la carretera y los conductores», que «ayudan a asentar los taludes», dan un mejor sistema de drenaje y no entorpecen la circulación. Por la zona, dice UPL, pasan 70.000 coches al año, muchos de ellos motivados por la presencia en la carretera de la estación de la ITV.
La formación leonesista pide al Ayuntamiento que «deje de mirar hacia otro lado» y «cese en su pasividad», aunque lo cierto es que ni la tala producida ni la zona en la que se ha producido son competencia municipal.