Cazadores de la zona de Benavente (principalmente) y de Tierra de Campos han dado la voz de alerta por la presencia de varios furtivos en la zona, personas cuya presencia se viene detectando en las últimas semanas y que preocupan sobremanera en la zona.
Se trataría de personas, según ha podido saber este periódico, que se introducen en las zonas de campo con los coches y, «con la ayuda de unas gafas térmicas», son capaces de detectar la presencia de algunas de las pocas liebres que hay. En ese momento sueltan a los galgos, a los que llevan en el maletero del coche, para correr las liebres.
Andrés González, alcalde de Fuentes de Ropel y cazador, asegura que la presencia de furtivos «preocupa» en la zona. Los cazadores avistaron a estas personas por última vez en la jornada del martes. Son coches que se introducen en los caminos «y tapan las matrículas» para no ser identificados. «Van caminando con los visores y cuando ven una liebre paran y sueltan a los perros». Los residentes en la zona vieron por última vez a estas personas, a las que tienen identificadas, en la zona cercana a las localidades de Villalobos y Cerecinos de Campos.
El alcalde de Cerecinos, Jesús Deza, asegura no obstante que en su pueblo «sí que hay preocupación entre los cazadores», aunque reconoce que «el problema es más en la zona de Benavente». La descripción del caso que realiza, no obstante, es la misma que la de su homólogo de Fuentes de Ropel. «Van con visor para saber dónde están las liebres. Si ven un animal ahí en el campo suele ser una liebre, porque los conejos no se mueven tanto por esas zonas». No obstante, Deza apostilla que «es complicado de identificarlos» porque «hoy en día anda por los caminos todo Dios con los todoterrenos».
La preocupación es la misma en otras localidades de la Tierra de Campos. En Roales de Campos, provincia de Valladolid, el alcalde, Luis María Gil, asegura que «por aquí hay un vigilante que controla estas cosas», pero también tiene constancia de la situación existente. «Hablan de gente que viene en todoterrenos, con visores… Los cazadores andan revueltos».
Lo que dice la ley
Aunque la caza de liebre con galgo está ahora permitida (el periodo hábil es del doce de octubre al cuarto domingo de enero del año siguiente), la cuestión aquí son los terrenos en los que se lleva a cabo. Los cazadores pueden cobrar una pieza de caza que esté en terreno ajeno, pero para ello la carrera debe haber comenzado en terreno permitido y la pieza ser visible desde la linde. En caso contrario, no se podrá entrar a por ella.
Los cazadores de las zonas afectadas aseguran que las lindes están «llenas de roderas» de gente que transita por ellas «muchos días» y piden «más presencia de la Guardia Civil» para evitar estas cuestiones, que preocupan al sector en un escenario de escasez de piezas de caza menor como el actual.