La acogida tradicional que se dispensa a los peregrinos del Camino de Santiago en albergues como el de Castrotorafe en Fontanillas de Castro y el de Los Beatos en Tábara ya ha puesto rumbo a su declaración como patrimonio inmaterial por la Unesco. El Boletín Oficial del Estado ha publicado la resolución del Ministerio de Cultura que da inicio al expediente necesario y que ofrece respuesta a un movimiento concretado ya este verano.
La Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago ha comunicado este avance en un reconocimiento que pretende documentar cómo este valor se ha mantenido en el tiempo en determinadas zonas, tras el auge que supuso la peregrinación a la capital gallega a partir de la Edad Media.
«La hospitalidad tradicional que se dispensaba a los peregrinos siempre se ha considerado como uno de los valores que la peregrinación aportaba a quienes la realizaban», han indicado desde el colectivo, antes de subrayar que, en la provincia de Zamora, ese tránsito «contó con protectores como la Cofradía de los Falifos de Rionegro del Puente, que en algún momento llegó a contar con más de dos docenas de hospitales en el trazado del Camino Sanabrés«.
La Fraternidad internacional del Camino de Santiago (FICS), en la que colabora la agrupación zamorana, consciente de este valor que representa la hospitalidad, «ha querido que adquiera la importancia y el reconocimiento que se merece, y desde hace varios años viene trabajando en un proyecto que busca el reconocimiento de los albergues de peregrinos que siguen esta filosofía de hospitalidad como un patrimonio cultural inmaterial para la Unesco«.
Zamora estará contemplada entre los albergues de peregrinos que ofrecen esta acogida mediante las dos instalaciones citadas, aunque «todavía quedan por delante los procedimientos necesarios para llegar al fin que se pretende». Eso sí, «lo más difícil, ya está hecho y ahora solamente queda esperar a que estos albergues especiales en los caminos cuenten con esa distinción que siempre los ha hecho diferentes».