Uno de los objetivos con los que se constituyó la comisión de estudio sobre la ubicación y propuestas para el Museo de Baltasar Lobo fue aunar posturas. El grupo de trabajo, parte del acuerdo de Gobierno entre Izquierda Unida y el PSOE para el presente mandato, estaba llamado a desencallar por fin el proyecto sobre el nuevo museo sentando a una misma mesa a los grupos políticos con representación en el Pleno y a una serie de expertos, llamados por esos mismos grupos, para defender las propuestas. Meses después, puede concluirse que el objetivo de conseguir una postura conjunta no se ha logrado. Y el de trabajar todos en la misma dirección, tampoco.
Las posiciones de partida de los grupos son de sobra conocidas. Izquierda Unida, que parece que se llevará el «gato al agua», defiende y ha defendido en los últimos años el ayuntamiento viejo. El PSOE comenzó abogando por el Castillo de Zamora. Y el resto de grupos partían de posiciones más neutras, con propuestas como el Consejo Consultivo o el antiguo Palacio de la Diputación.
Las posturas
De los últimos meses puede concluirse que el único partido que no ha variado un ápice su posición de salida ha sido Izquierda Unida. Con la idea del ayuntamiento viejo inició la comisión y con la misma la acaba. Los de Guarido han defendido esa ubicación, que cuenta con el trabajo previo de afamados arquitectos y expertos en la materia, como la mejor solución para buscar una alternativa «rápida» y «práctica» a la necesidad de un nuevo museo. Las opciones planteadas en la mesa de trabajo no han hecho más que apuntalar la posición del grupo mayoritario del equipo de Gobierno.
Para la oposición, como ellos mismos han destacado esta mañana, la presentación del proyecto de Rafael Moneo en el Castillo de Zamora supuso un punto de inflexión en los trabajos de la comisión. La reedición del proyecto del año 2007, planteando un centro de arte que integre la arqueología del Castillo y cuente con una zona para artistas locales o un salón de actos (en total, serían 3.000 metros cuadrados por los 600 del ayuntamiento viejo) ha sido vista como la mejor opción para PP, Zamora Sí y Vox. De hecho, alternativas como el Consultivo o el Palacio de la Diputación ya ni se plantean.
Y la llave, como sucedió a la hora de formar Gobierno, está en manos del PSOE. Los de David Gago fueron los únicos que comenzaron la comisión de estudio planteando que la mejor ubicación era el Castillo de Zamora. Y ahora, a la vista de lo que han dicho las personas que han pasado por ahí y con la experiencia que da el hecho de estar en responsabilidades de Gobierno, la postura ya no es tan tajante.
David Gago asegura, en declaraciones a este periódico, que el proyecto del Castillo «es bueno, interesante» pero, como ya aseguró ayer el alcalde, es algo «irrealizable» en el corto plazo, que puede suponer «un coste demasiado grande para el Ayuntamiento de Zamora» y que acarrearía «unos gastos de mantenimiento que difícilmente se podrían asumir por parte de esta corporación municipal». «Si a mí me dicen ahora que la Diputación, la Junta y el Estado van a colaborar, digo que adelante. Pero esto no va a así. Un proyecto de estas características llevaría más de diez años. Además, esto no funciona como ellos plantean. Rafael Moneo es muy buen arquitecto, pero no puede venir, hacer un proyecto y que alguien pretenda que el Ayuntamiento lo adjudique y pague seis millones de euros. Las cosas no son así».
Gago y Guarido están de acuerdo en la necesidad de que la política «sea útil» a los ciudadanos y, en declaraciones realizadas por separado a este medio, aseguran que «hay que ser prácticos» en relación a este asunto para que la ciudad tenga «pronto» un museo que lleva demasiado tiempo esperando.
¿De qué ha servido?
Así las cosas, la cuestión es ahora saber de qué ha servido una comisión de estudio que ha tenido ocupados a grupos políticos y a expertos de toda índole durante meses. Si lo que quería era unificar posturas, no se ha conseguido. Si lo que se pretendía era apagar el ruido mediático, no se ha logrado. Y si lo que se buscaba era allanar el camino al nuevo proyecto, todo hace indicar que tampoco, porque los grupos de la oposición anuncian que defenderán el Castillo como mejor ubicación.
La decisión de PP, Zamora Sí y Vox de abandonar la comisión, más que efectos prácticos (queda solo una reunión) tiene efectos políticos, porque viene a asegurar que los tres grupos no comparten ni la decisión final ni el procedimiento utilizado para llegar hasta ella. IU y PSOE, mientras, defienden la democracia y «limpieza» de todo el proceso. «Eso nadie lo niega», ha asegurado Jesús María Prada ante los medios, «pero si la decisión estaba tomada, como parece, no es entendible para qué han servido las reuniones». Desde luego, no para lo que fueron pensadas.