Los médicos y enfermeros de Área de Zamora denuncian el continuo «ninguneo» al que se ven sometidos, estiman, por parte de la Consejería de Sanidad, que «sigue utilizando los contratos de área» como «una herramienta de precariedad y discriminación», aseguran. Los contratos de médico de área se han vuelto cada vez más habituales, denuncian los afectados, «ante la grave crisis de profesionales» y convierten a los facultativos que los firman en profesionales «precarizados» en comparación con sus compañeros.
Bajo esta modalidad de contrato, «cuya regulación a través de un marco normativo inequívoco y sin ambigüedades sigue aún sin ver la luz», denuncian los profesionales, la Administración «se otorga la potestad de mover libremente al personal médico y de enfermería entre distintas Zonas Básicas de Salud». Esta práctica se realiza, según las mismas fuentes, «sin una planificación clara, sin estabilidad organizativa y, en la mayoría de las ocasiones, sin un calendario laboral previo que cumpla con la normativa vigente», generando una incertidumbre constante entre el escaso personal médico y de enfermería de área.
Una situación que, en Zamora, lleva a profesionales a cambiar de área de salud conforme son necesarios, atendiendo unas consultas en las que «no están familiarizados» con los pacientes mientras dejan un hueco en su lugar de origen. «Desvisten a un santo para vestir otro», aseguran miembros de la Agrupación de Médicos y Enfermeros de Área de Castilla y León (AMEACYL) en declaraciones a este periódico.
Esta movilidad forzosa, continúan, «no solo dificulta gravemente la conciliación familiar y personal» de los trabajadores, sino que conlleva una «merma evidente» de sus derechos laborales. «A esto se suma que estos médicos perciben retribuciones inferiores a otros profesionales que realizan funciones asistenciales equivalentes», puntualizan desde el colectivo.
Los facultativos consideran que se usan los contratos de área como una «solución estructural encubierta» para «tapar las carencias de personal». Una medida que es «habitual» aunque debería «ser excepcional». La falta de personal, redundan las mismas fuentes, «no puede justificar, bajo ningún concepto, la vulneración sistemática de derechos ni el fomento de la desigualdad dentro de la sanidad pública».
La normativa laboral «exige planificación, previsibilidad y el respeto a la dignidad del personal sanitario», recuerdan a Sacyl los médicos afectados. Es urgente que la Administración «abandone este ninguneo, elabore calendarios laborales ajustados a la ley y garantice condiciones dignas para quienes sostienen la asistencia en el medio rural y en las zonas de difícil cobertura», concluyen los profesionales.
