Cuando Herminia Rodríguez abrió el primer local de La Boutique del Ahorro en Zamora, en San Torcuato, no había bazares en Zamora. Esta fue la primera tienda de aquellos «todo a cien» que proliferaron en la década de los noventa y primeros de los 2000. «Género variado y a buen precio» donde uno lo mismo podía encontrar cuadernos para el colegio de los niños que un destornillador de estrella para solucionar un problemilla doméstico. El formato, que ahora es tan habitual, fue entonces novedoso, resume ahora Herminia, 33 años después de aquello. En la etapa buena, ahora ahora unos veinte años, La Boutique del Ahorro llegó a tener tres tiendas -en Tres Cruces, donde se había trasladado la de San Torcuato, en Renova y en la Amargura-. Tres tiendas y ocho empleados. El negocio florecía.
Las cosas han cambiado mucho y la única tienda de La Boutique del Ahorro que aún resistía, la de la esquina de San Torcuato con El Riego cierra. Cierra ya, porque la mañana de Nochebuena será la última en la que Herminia y su única trabajadora suban la persiana del comercio. Cerrarán para irse a comer el 24 de diciembre, y hasta ahí. El 26 de diciembre, por primera vez en 33 años, Herminia no tendrá que preocuparse por su negocio. Cierra con la conciencia tranquila y con la satisfacción que da el trabajo bien hecho, y no porque se jubile. El bazar ha dejado de ser rentable, asegura su dueña. «Aquí hemos tenido siempre la misma mentalidad: producto barato pero, dentro de lo posible, de la mejor calidad». Un sistema que ahora parece no encuentra tanto respaldo.
Durante los últimos años sí han seguido abriendo bazares en Zamora, «pero no iguales», dice Herminia. Casi todos están regentados por empresarios de origen chino, que ofrecen un producto más económico pero también, asegura Rodríguez, «de peor calidad» en comparación con lo que había aquí y lo que hay en otros muchos negocios locales. «Son tiendas que han vendido el producto muy barato y que han dado a la gente la imagen de que las cosas no cuestan, y eso no es cierto. Las cosas, si son buenas, cuestan algo más, y ha habido gente que no ha entendido esto», lamenta la empresaria.
Con todo, Herminia ve que el negocio, el suyo y el de sus competidores, languidece. Igual que los bazares con producto de peor calidad vinieron a desplazar a los locales, ahora son los productos que se compran a través de Internet los que están desplazando a estos segundos bazares. No hay más que verlo, asegura Herminia Rodríguez. En Zamora hace tiempo que no abren bazares (hace unos años, abrían de forma constante) y, de hecho, han cerrado varios que no han tenido relevo (uno en Tres Cruces y otro en Regimiento del Toledo, sin ir más lejos, sin necesidad de ir muy atrás en el tiempo). «La gente ya compra directamente por Internet. Puestos a gastar menos, lo más barato es lo que viene directamente de China, sin intermediarios», resume Herminia.
La Boutique del Ahorro apura sus últimos días entre estanterías ya semivacías, clientes que preguntan por un producto que se agotó hace semanas y no se ha repuesto y, por supuesto, despedidas de los vecinos. Es un negocio, otro más, que se pierde en el barrio. Hace unos meses, justo enfrente, cerró Casa Funcia, un negocio que se dedicaba a un sector parecido al que trabajaba la tienda que cierra ahora. Entre ambos dejan un vacío en el barrio, que a partir de ahora no contará con dos negocios que daban un importante servicio.
Pero si cierran, recuerda Rodríguez, es por algo. «Hay gente que viene y dice que es una pena, que dónde van a comprar ahora. Pues donde lo estén haciendo, pienso yo, porque mucha gente ya había dejado de venir. Si cerramos, es por algo», lamenta la comerciante. «Una ya tiene sus años, echa sus cuentas, y sale lo que sale. Nos han educado en trabajar, trabajar y trabajar, pero no todo es eso», concluye. «A veces, hay que replantarse las cosas».
