Han pasado solo diez minutos desde que los hermanos Rodríguez, Aurora y Armín, cantaron el tercer premio: «90.693», «¡500.000 euros!». Casi no ha dado tiempo a confirmarlo, pero Luis Antonio Diego ya tiene la administración llena de gente. Prácticamente todos son periodistas, que llegan con facilidad a este establecimiento ubicado en el corazón de la ciudad, en plena calle de Santa Clara, frente a la delegación de Hacienda.
Allí es donde despacha cada día Luis, que ahora trata de manejar las emociones mientras termina de cerciorarse por teléfono de que lo que dicen es cierto: ha vendido diez décimos del 90.693. Lo que se conoce como un billete. Es medio millón de euros para sus clientes: «Te pones un poco nervioso sin querer», concede el lotero, que explica que el número se ha vendido «salpicado» y todo al principio, aún en verano.
Esa circunstancia complica que el responsable de la administración ubique bien a los compradores. Puede haber sido algún turista, o quizá un hijo de la tierra que quiso llevarse un décimo de Zamora. Vaya usted a saber. El caso es que son 50.000 euros por décimo, que se pueden unir a otros 198.000 por una pedrea que Luis cree que ha despachado íntegra. Casi 700.000 euros en total. Queda un buen rato de sorteo, pero por aquí ya es un éxito rotundo.
Además, para Luis es un momento especial por varias circunstancias. La más importante le lleva a quebrarse mientras habla ante los medios. Se trata de una pérdida familiar reciente. Eso no hay premio que lo compense. Por eso, el momento es «agridulce». Pero también se trata del primer gran premio que reparte él desde que cogió las riendas de la administración en 2005.
Eso sí, no es el primero de este negocio en el que «la historia es grande». Fue su abuela la que se puso primero al frente de esta administración número dos que funciona desde 1953. Desde entonces, se han repartido muchas alegrías, pero esta en particular no se olvidará en este despacho de lotería de Santa Clara donde el ajetreo sigue creciendo mientras avanzan la mañana y el sorteo.
