En las Navidades del Black Friday, de Papá Noel, de los elfos haciendo «trastadas» en las casas, del iPhone bajo el árbol… lo tradicional supone un soplo de aire fresco. Zamora ha cambiado hoy el All I want for Christmas de Mariah Carey, el Little drummer boy de Pentatonix, por los villancicos tradicionales. El gorro de Santa Claus por las capas para ellos y los vestidos tradicionales, siempre más floridos, siempre más bonitos, para ellas. Y los árboles de Navidad por lo que fueron, por ramos. La Navidad de siempre, aunque ahora no lo parezca.
Las actividades organizadas en torno al ramo de Navidad han alcanzado este sábado su punto álgido con la celebración del desfile, amenazado por la lluvia pero que, con unos minutos de adelanto para evitar males mayores, ha completado el recorrido tradicional con grupos llegados desde distintas comarcas interpretando loas, cantares navideños y villancicos mientras caminaban portando diferentes ramos de Navidad, ramos que son muestra de la identidad de las comarcas. De Asturias, de León, de Salamanca, de Valladolid y por supuesto de Zamora (de la capital, de Benavente y los Valles y también de Sanabria) han llegado participantes para recordar, simplemente con un desfile, lo que eran las fiestas de antaño. Y para mostrar cómo han cambiado porque, mientras los abuelos miraban interesados el pasar del desfile, los niños presenciaban el caminar de unas gentes cuya relación con el tiempo actual se les antojaba inimaginable. La Navidad que no parece Navidad pero que lo es, cosas de la globalización.
El desfile ha contado con ramos tradicionales y con elaboraciones más libres. Todos cumplían su objetivo. El ramo aúna fiesta, tradición y rito, todo mientras envía deseos de prosperidad para el año que arranca. Su presencia en las casas, hoy en las calles, sirve para recordar el lenguaje compartido que antaño todos conocían. Desde la ciudad a los pueblos. Son elemento visual y son, sobre todo, un motivo para reunirse. La preparación ya involucra a varias personas. La decoración une a los viejos con los jóvenes a modo de puente entre generaciones.
Ya lo avanzaba Francisco Iglesias, presidente de la Asociación Belenista La Morana, impulsora de las actividades en torno al ramo, en el día de su presentación. «Hemos trabajado con antropólogos e historiadores de León y Salamanca para revivir esta tradición y que no quede en postureo, sino que vaya más allá y se consolide difundiendo y haciendo didáctica de esta tradición que en muchos sitios no se conserva», aseguraba el zamorano. Solo lo que se ve se conoce y solo lo que se conoce se transmite, de ahí la importancia de desfiles como el de este sábado.





