Un conductor ileso que había bebido y consumido sustancias, una persona herida grave que ha sido traslada al hospital y un fallecido. Este ha sido el resultado del accidente de tráfico, simulado, de esta mañana en la plaza de La Marina de Zamora, una recreación en la que han participado decenas de efectivos de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, voluntarios, taxistas e incluso trabajadores de una empresa de servicios funerarios para mostrar a la sociedad, de la forma más gráfica posible, lo que puede suceder si se coge el coche después de haber bebido. Un comportamiento que, afortunadamente, cada vez realizan menos personas pero que sigue siendo un factor de riesgo a tener en cuenta en las carreteras.
La Dirección General de Tráfico ha querido así concienciar a la sociedad ante la inminencia de las fiestas navideñas, cuando las cenas con familiares, amigos y compañeros de trabajo se encadenan y aumentan las imprudencias al volante. «A estos conductores irresponsables les pedimos que cojan un taxi porque su viaje puede terminar en un furgón policial, en una ambulancia de camino al hospital o incluso dentro de un coche fúnebre», ha asegurado Juan Carlos Noguerias, jefe del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Zamora.
Actualmente, y teniendo en cuenta las estadísticas del Instituto de Medicina Legal, el alcohol o las sustancias prohibidas están presentes en uno de cada tres fallecidos en las carreteras nacionales, un porcentaje que se puede extrapolar a Zamora. «Una decisión irresponsable a la hora de conducir si antes se ha bebido puede marcar» toda la vida, ha recordado por su parte el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco. Cuestión en la que después ha insistido David Gago, concejal de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de Zamora. «El objetivo es tener unas Navidades en paz, en las que no haya conductores que insolidariamente e irrespetuosamente conducen después de haber bebido», ha asegurado el edil, recordando el trabajo de los conductores de taxi durante estas fechas, la mejor opción si se han cometido excesos en las comidas, cenas o salidas navideñas.
En el ejemplo concreto del simulacro de hoy, el conductor hubiera tenido que responder de varios delitos que hubieran acabado, seguramente, con su envío a prisión. «Primero, hubiera tenido que responder de las consecuencias legales por conducir de forma temeraria, después, por el estado del herido grave que ha sido enviado al hospital y por un delito de homicidio al haber muerto otro de los ocupantes del coche». Un ejemplo, han remarcado los organizadores, de las nefastas consecuencias que puede tener ponerse a los mandos de un vehículo de manera irresponsable. Algo que arrastra unas consecuencias para toda la vida.
