La Mesa del Tren de Zamora celebró este martes su sesión más descafeinada hasta la fecha. Una sesión que los usuarios trataron por todos los medios de sacar de la confrontación política y en la que se aprobó, como única cuestión para el debate, enviar a la Subdelegación del Gobierno una batería de medidas que pusieron sobre la mesa los viajeros, ninguna de ellas realmente novedosa o que cambie algo de lo que ya hay sobre la mesa. La reunión sirvió, si acaso, para mostrar unidad en la exigencia a Renfe y para intentar, que no siempre es sencillo, que las reivindicaciones de Sanabria sean las mismas que las de Zamora.
Todo ello con la ausencia de personas que hasta ahora siempre habían acudido. No estuvieron presentes el senador y alcalde de Puebla de Sanabria, José Fernández (obligaciones en el Senado), el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco (en León por cuestiones laborales), el delegado de la Junta, Fernando Prada, ni ningún representante del empresariado zamorano (hasta ahora, habían asistido siempre CEOE-Cepyme y Cámara de Comercio). Sí hubo representación de la Diputación de Zamora, aunque no tomó la palabra. En el plano político no hubo representación de Vox. Ni Zamora Sí ni los sindicatos expresaron tampoco opinión alguna sobre lo que se estaba tratando. Izquierda Unida siguió demostrando su implicación en la mesa (con hasta cuatro concejales presentes), por el PSOE acudió David Gago y por Ahora Decide, Manuel Fuentes. Y, a mayores, los usuarios.
José Ramón Andrés, de la Asociación de Usuarios AVE Zamora, expuso las reivindicaciones principales. Que se mantengan las bonificaciones y descuentos (algo que los viajeros todavía no dan por sentado pese a los anuncios del presidente del Gobierno porque, indican, es necesario aún renovar el Real Decreto 31/12 de 2022 ya que, si decae, el precio reducido desaparece y los billetes podrían multiplicar su precio por tres), que se aumente la aportación de la Junta a los descuentos (no había nadie de la administración regional para recoger el guante), que Sanabria recupere sus frecuencias y que, aquí residió buena parte de la cuestión tratada ayer, se pusiera en funcionamiento un nuevo tren que una A Gudiña, Sanabria, Zamora y Medina del Campo para estar en Madrid antes de las ocho de la mañana.
Cuestión, esta última, que ni convenció al PP, ni a Ahora Decide ni a los usuarios de Sanabria. A los dos primeros porque consideran que enturbia la cuestión reclamada hasta ahora («que nos devuelvan las paradas que nos han quitado») y a los últimos porque, en Sanabria, el tren no sirve solo para ir a Madrid. También es un medio de transporte para llegar a Zamora y «tiene que ser útil» para los trámites y cuestiones a las que se viene a la capital. «Un sanabrés en Zamora a las seis y media de la mañana poco va a poder hacer más que leer en la estación», resumía el popular Jesús María Prada.
En el plano informativo, lo poco que hubo para echarse a la boca fue la información de David Gago sobre la posibilidad de que un Avant venga a prestar el servicio a primera hora de la mañana entre Zamora y Madrid, algo que iría en la línea de ese tren madrugador que exigían los usuarios zamoranos. «Las informaciones que hablan de cambiar el horario de un tren que sale de Lugo para que pare por Sanabria… son suposiciones. Lo que ahora parece que está claro es que se está esperando materiales», trenes, «que puedan venir desde otras zonas de España» para prestar la obligación de servicio público que tiene la línea Zamora-Madrid, que solo presta servicio con trenes comerciales. Y es que, a partir de ahí (de Zamora al norte) y a juicio de lo que se pudo entrever ayer, poco hay que rascar. La cuestión en Sanabria trata «no tanto de recuperar frecuencias como de que las frecuencias que se presten sean útiles a los ciudadanos». «Un tren a primera hora, otro a mediodía y otro a última hora son suficientes. No tiene sentido que haya trenes que paran y no cojan gente», resumía Gago. «La solución pasa por exigir que haya un tren madrugador» que preste servicio en las estaciones que han perdido frecuencias, resumía el socialista.
Una y otra demanda (un Avant y recuperar las frecuencias en Sanabria) no son, puntualizaba Pablo Novo para cerrar el debate, incompatibles. «La línea Zamora-Madrid tiene obligación de servicio público. Lo que sucede es que no se han aplicado servicios sujetos a esta obligatoriedad y todos los trenes son comerciales, de ahí la reclamación del Avant», que sería un tren «a mayores» de la recuperación de los eliminados desde el 9 de junio. No sería útil para los sanabreses que acuden a Zamora porque llegaría excesivamente pronto, aunque recordó Pablo Novo que para eso sigue prestando servicio el tren de Media Distancia, que llega a una prudencial a la capital para estas cuestiones.
No fue necesaria siquiera votación, dando por bueno que los muchos que no habían hablado apoyaban lo dicho al principio por los usuarios, y la lista de reivindicaciones se enviará a la Subdelegación del Gobierno para que, es de esperar, la eleve al Ministerio de Transportes y a Renfe. Cerró la mesa, la primera que se celebra desde mediados del mes de julio, con la sensación de que se lograron escasos avances y a la espera de noticias procedentes de Madrid.
