No hay muchos negocios que a un zamorano le vengan rápido a la mente cuando hay que nombrar a uno «tradicional». Hay que buscar por el centro de la ciudad, donde se encuentran siempre estas tiendas. Y hay que centrarse en los sectores de toda la vida. Una tienda de móviles no puede ser tradicional, se ponga como se ponga, pero hay otros negocios que sí. Puede ser tradicional un comercio de ropa, una tienda de aperos o una de textil para el hogar. Pero la verdad es que hay pocas cosas más tradicionales que un libro. Será por eso, entre otras cosas, que Semuret ha sido distinguido con el premio al Comercio Tradicional de Zamora que ayer entregó la Consejería de Industria, Comercio y Empleo en Zamora. Una más para las vitrinas de este negocio centenario.
El jurado ha valorado que Semuret es «una de las librerías más antiguas de España (nacida en 1900), reconocida por su carácter emblemático y por su consolidación como espacio cultural, reforzando la identidad local y el patrimonio». Combina la venta de libros, dice la Consejería, «con trabajos de impresión y encuadernación. Presta un servicio cercano y personalizado, contando con una programación cultural continua (clubs de lectura, talleres, recitales) y siendo un referente como punto de encuentro entre lectores y escritores». Un comercio que, en suma, hace ciudad.
La librería es parte consustancial de la rúa desde hace ya 125 años, aniversario que Semuret ha celebrado en este 2025. Abrió en el mismo lugar que hoy ocupa y la puso en marcha Jacinto González. De hecho, comenzó por llamarse así: Librería Jacinto González, nombre que se mantuvo hasta que en 1950 lo cambió por Librería Religiosa. De hecho, los más veteranos de la ciudad todavía se refieren a Semuret como «La Religiosa».
El premio recibido ayer es a la trayectoria, al negocio que puso en marcha Jacinto González y, sobre todo, al que en la última década del siglo XX comandó Luis González. Aunque ha cambiado de manos y ahora está regentado por Judit Pino, la persona que se hizo cargo de él poco antes de la pandemia, en Semuret todavía está el alma de Luis, que fue el encargado además de poner en marcha la editorial del mismo nombre, que también se ha tenido en cuenta a la hora de conceder el premio. Una editorial que se estrenó con Memorias para la historia de la ciudad y tierra de Toro de Rafael Floranes y Encinas y que desde entonces ha publicado cientos de libros, muchos de ellos centrados en Zamora. La editorial es visita obligada para cualquiera que quiera bucear en la historia de la ciudad y la provincia.
Con los nuevos tiempos, Semuret ha ganado dinamismo. La idea de Judit era que el espacio «estuviera vivo», que fuera algo más que un lugar al que la gente va para comprar libros y ojear las novedades, según relató en un reportaje publicado en Enfoque Diario de Zamora y ratifica ahora la librera. Que fuera, apuntando alto, uno de los lugares culturales en los que la ciudad se encuentra. Desde hace unos años, lo es. Las presentaciones de libros, de autores zamoranos o de escritores de otros lugares, es constante en este rincón del casco antiguo.
«El comercio de proximidad es vida y empleo»
«El comercio de proximidad es vida, es empleo, es crecimiento económico. Y por eso los consumidores tenemos que colaborar con este comercio que está en nuestras calles, en nuestros barrios y en nuestros pueblos», indicaba este miércoles Leticia García, presente en Zamora para participar en la entrega de premios. La consejera ha abogado además por ventajas fiscales para el sector, que pelea contra la competencia de las grandes superficies y de Internet. También contra «los costes sociales, laborales y fiscales que impone el Gobierno de España a los comerciantes, en la mayor parte trabajadores autónomos».
Los premios entregados en Zamora tienen por objeto reconocer el esfuerzo, la trayectoria y las buenas prácticas del comercio tradicional en la Comunidad. Además, se pretende visibilizar el importante papel que desempeña el comercio de proximidad como servicio de primer orden para la sociedad y como elemento dinamizador de la actividad económica y social. Como en ediciones anteriores, se han otorgado nueve premios, uno por provincia, además de un premio de carácter autonómico, seleccionado entre los ganadores provinciales. Para la selección de las candidaturas presentadas, y de acuerdo con las bases, el jurado ha valorado aspectos como la mejora de la competitividad, las buenas prácticas, la capacidad de innovación y adaptación, y la larga trayectoria, entre otros.
En esta edición, que alcanza la mayoría de edad, el máximo galardón, el premio de carácter autonómico, ha recaído en el establecimiento leonés Adam’s. Un comercio tradicional de ropa, calzado y complementos masculinos con más de 55 años de actividad. «Fue seleccionado entre los nueve galardonados provinciales por su modelo de negocio equilibrado, capaz de integrar la digitalización de todo el proceso comercial manteniendo una atención especializada y personalizada basada en la experiencia».
«Estos premios responden al compromiso de la Junta de Castilla y León de seguir apoyando este modelo de comercio de cercanía que contribuye a la dinamización económica y social en cada rincón de la comunidad, así como a la prestación de servicios a los ciudadanos y a la mejora de su calidad de vida. Los premiados son un ejemplo del arraigo y del compromiso con el territorio del comercio tradicional, y demuestran que el sector sabe adaptarse a los cambios económicos y tecnológicos sin perder su esencia y sus valores diferenciales», han apuntado desde la administración regional.
