Latedo, un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Trabazos, en la Raya de Aliste y Portugal, tiene un microclima y varios recursos. Entre ellos, el aceite, resultado de las particularidades de este lugar y sustento para muchas familias a lo largo de generaciones. Para aquellas personas, el lagar era su oficina, el espacio en el que exprimían el fruto para ganarse el pan. Con el paso del tiempo, la despoblación y los avances de la industria, aquella instalación de siempre quedó rezagada, pero gracias a una reforma llevada a cabo hace 22 años aún sirve. Ahora, pasado un cuarto del siglo XXI, vale para mostrar cómo era el proceso «ancestral» que se seguía para elaborar el aceite.
La existencia de ese lagar, que apenas tiene media docena de réplicas repartidas por España, es la razón que sostiene a las jornadas que acoge Latedo cada año desde hace dos decenios. La de este 7 de diciembre será la decimonovena edición de una cita en la que también se muestra al público cómo se hace el pan de forma artesana.
La cita se ha presentado este martes en la Diputación de la mano de su presidente, Javier Faúndez, que ha actuado esta vez como mandatario provincial y como alcalde que es de Trabazos. El político alistano ha defendido las particularidades de Latedo y de su aceite, y también la involucración de los 47 vecinos que hay allí en la organización de este evento.
Junto a él, Carlos Blanco, habitante de Latedo, ha remarcado que la jornada muestra una práctica demostrativa, «no una teatralización». Es decir, se hará aceite. También se probará, se trabajará el pan y se escuchará a un experto que esta vez será Miguel Carrasco, dueño de una almazara en Cáceres.
La fiesta se completará con una comida en Trabazos, un cocido, y con una fiesta vespertina. Actualmente, en Latedo, una familia sigue usando el antiguo lagar para elaborar el aceite. Eso sí, para consumo propio.
