Más de doscientas personas han salido a la calle en Villardondiego para protestar contra el proyecto de planta de biogás que pretende instalarse en el pueblo y, de paso, también contra el proyecto que planea sobre el municipio vecino de Toro, donde una empresa plantea construir una fábrica con idéntico fin al norte del término. En el caso de Villardondiego, aseguran los manifestantes, el proyecto es de unas instalaciones que «pretenden procesar cerca de 200.000 toneladas de residuos anuales de todo tipo, destacando 92.000 toneladas de purines». Cuestiones estas que «poco tienen que ver con la economía circular y de proximidad».
La plataforma Stop Biogás Villardondiego-Pozoantiguo asegura que en la zona no se genera una cantidad tan desmedida de materia orgánica como la que requiere el proyecto. «Todo va asociado a un efecto llamada que propicia el crecimiento exponencial de instalaciones de gran tamaño en la ganadería industrial de la zona», aseguran las mismas fuentes. Continúa la plataforma asegurando que «las emisiones y olores derivados de este macroproyecto afectaría a los vecinos de Vilalrdondiego y a los municipios colindantes», especialmente a Pozoantiguo.
Por lo demás, y coincidiendo con el argumentario habitual de estas protestas, los manifestantes han puesto sobre la mesa el elevado tránsito de camiones, el empeoramiento de la calidad del aire, la devaluación de las tierras y los efectos perniciosos que existirían, dicen, para otros negocios, además de los riesgos medioambientales y los problemas existentes para acceder a toda la documentación a través de Internet.
Stop Biogás Villardondiego-Pozoantiguo pide al Ayuntamiento implicado que siga los pasos de la ciudad de Toro y manifieste que estos proyectos «no son bienvenidos» en la comarca. «Los ciudadanos informados no queremos esta mierda de proyectos. Nuestro futuro pende de un hilo y un ayuntamiento, con su sola decisión, no puede contaminar ni condenar a toda una comarca». Algo que, aseguran, corre el riesgo de pasar en este caso.
