Diego González Rivas (A Coruña, 1974) apareció dos veces en la pantalla. La primera, en un aeropuerto en China: «Estoy saliendo de un quirófano y me voy a otra ciudad a operar. Mi agenda es complicada», concedió en directo el cirujano, que dio paso a continuación a una intervención grabada con su ponencia para el congreso internacional silver de Zamora, que se celebra desde este jueves en el Teatro Ramos Carrión. De esa manera han podido seguir los asistentes al evento la charla del mayor experto del mundo en su campo.
Y es que González Rivas pasa por ser la gran eminencia del planeta en cirugía torácica mínimamente invasiva, un tipo de operación que él mismo ha ayudado a mejorar con el objetivo de favorecer «la calidad de vida de los pacientes» y de hacer más llevadero el posoperatorio. «Eso es importante sobre todo en el caso de las personas silver», advirtió el médico gallego, que abogó por «minimizar la agresión».
En ese camino, González Rivas ha vivido muchas etapas. La primera, la del aprendizaje en Estados Unidos en 2006. Allí entendió cómo ese tipo de operaciones se hacían tan solo con dos incisiones. Es decir, con una técnica biportal. Cuatro años después, él mismo desarrolló una práctica para acometer la cirugía con una sola incisión. Ahora, «tras muchos obstáculos de las mentes tradicionales», la suya es la técnica más expandida: la uniportal.
«Para eso, tuvimos que desarrollar un material específico y fuimos haciendo un desarrollo para que la técnica fuese más práctica y accesible a todo el mundo», analizó González Rivas, que encontró en un hospital de Shanghái el lugar ideal para trabajar y que ya ha formado en la materia a más de 1.200 compañeros de 100 países.
«La única forma de mejorar es cambiar continuamente. Si no, nos puede pasar lo que le ocurrió a Nokia, que fue demasiado arrogante y no quiso cambiar a la tecnología táctil con sus teléfonos móviles», puso como ejemplo González Rivas, que apostó por salir siempre de la zona de confort. Así lo hizo él en 2016, con el diseño de un robot uniportal para este tipo de operaciones. Con un modelo más desarrollado, en 2021, pudo hacer la primera cirugía robótica del mundo.
Versiones mucho mejores
Cuatro años después, González Rivas y su equipo cuentan ahora con el Shurui, «el robot que va a cambiar el futuro de la cirugía». Se trata de una tecnología que permite más ángulo y que facilita la intervención. «Ya hay versiones nuevas que aún no han salido y que son muchísimo mejores», explicó el médico gallego, que concluyó su exposición con dos experiencias personales que quiso destacar ante los asistentes al congreso de Zamora.
La primera, la operación transcontinental que hizo para un paciente ubicado en Bucarest (Rumanía) mientras él se encontraba en China: «Fue lineal, sencilla y sin inconveniente, pero también increíble», admitió González Rivas. La segunda, su labor en las misiones humanitarias en África, donde ha conseguido operar en 36 países. «Cada uno de ellos ha sido una locura», destacó el cirujano, que concluyó su intervención con tres claves para el éxito: «esfuerzo, pasión y dedicación».
