El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, volvió a ser en 2024 el mandatario local con dedicación exclusiva que menos dinero ganó entre aquellos que están al frente de una capital de provincia. Los 39.628 euros anuales del regidor de Izquierda Unida contrastan con otras cifras que duplican o casi triplican la suya en otros lugares de España. De hecho, el salario del zamorano ocupa la posición número 1.066 de la lista ordenada de mayor a menor retribución de los alcaldes a nivel nacional. Por población, la ciudad está la 131.
De hecho, Guarido aparece en la lista justo por detrás del alcalde de Vilarmaior, un municipio de 1.252 habitantes ubicado en A Coruña. El alcalde de Zamora gana, por ejemplo, 25.000 euros menos al año que el de Soria o 71.400 menos que el funcionario con mayor retribución en el Ayuntamiento que él mismo dirige.
Con estos datos sobre la mesa, y ante las preguntas de la prensa, Guarido ha evitado presumir de tal situación: «Ni alardeo ni dejo de alardear; lo que cobro es razonable», ha asegurado el político que, a nivel provincial, aparece por detrás de la regidora de Benavente, Beatriz Asensio, que percibe 44.000 euros por ejercicio: «El sueldo no condiciona la labor», ha recalcado el político de IU, que ha abogado por «no hacer batalla de eso».
En todo caso, el alcalde de Zamora ha recomendado analizar los casos en los que los sueldos de los alcaldes «multiplican por mucho» a los que tenían esas personas en sus actividades anteriores, y ha considerado que son los ciudadanos los que han de determinar si los ingresos de los políticos son justos o injustos.
Lo que sí ha dejado claro Guarido es que el salario se trabaja: «Esta es una actividad obsesiva de mañana, tarde y noche. Todo el rato estás pensando qué puedes hacer y qué esquemas de trabajo necesitas», ha admitido el alcalde, que ha remarcado igualmente que las indemnizaciones por asistencia a comisión o a pleno en el Ayuntamiento de Zamora son las mismas que hace veinte años: «Me parece que es suficiente», ha zanjado.
