«Es algo que hemos comido desde pequeños, que nos ha gustado y por lo que hemos decidido apostar». El que habla es Pablo Vicente, uno de los tres primos que conforman la nueva generación que en poco tiempo estará ya al frente de la Quesería Vicente Pastor, negocio en el que los gerentes actuales empiezan a pensar en el retiro con la «tranquilidad» que da ver que el negocio sigue y que, sobre todo, sigue en manos familiares. Pablo, Sergio y Paulino, hijos de los responsables de la quesería, han empezado ya a plantear el futuro del negocio y lo han hecho con una inversión importante en unas instalaciones que, ubicadas en las afueras de Morales del Vino, suponen un ejemplo de modernización en el sector. Las ovejas gozan aquí de suficiente espacio y pasan después a una sala de ordeño donde los trabajos están automatizados, lo que aumenta la rentabilidad de la explotación y hace disminuir el tiempo de trabajo. Algo que da para empezar a pensar, lo hacen los tres jóvenes, en aumentar la producción de la quesería.
No es baladí el tema del relevo generacional, como se ha encargado de contextualizar Félix Vicente durante la visita que este lunes ha protagonizado la consejera de Agricultura a las nuevas instalaciones. De no ser por la incorporación de la nueva generación, la empresa hubiera tenido que vender «más de la mitad» de las ovejas que ahora mantiene, unas 2.800, y en empezar a dar plazos bien para cerrar la empresa bien para traspasarla. «Estos negocios necesitan jóvenes que se incorporen para poder seguir adelante», ha reivindicado Félix Vicente.
Las nuevas instalaciones, con el apoyo de la anterior convocatoria de modernización, incluyen una sala de ordeño diseñada para garantizar el máximo control sobre la calidad y la producción de la leche, así como dos naves paralelas con pasillos centrales que facilitan la alimentación mecanizada del ganado y el manejo diario de los animales. La explotación cuenta con un censo de más de 2.500 ovejas de raza castellana y dispone de praderas exteriores para el pastoreo. La granja también forma parte de la IGP Lechazo de Castilla y León.

A finales de los años ochenta el negocio familiar dio el salto a la transformación para elaborar quesos artesanales bajo la marca Vicente Pastor. Manteniendo la tradición familiar, la quesería produce unos 70.000 kilos de queso curado al año, cien por cien de oveja, elaborados con pasta prensada de leche cruda y corteza natural enmohecida provenientes de 300.000 litros de leche de sus ovejas.
La fase de elaboración es completamente artesanal, con procesos manuales en el llenado, prensado, salado, afinado, curación y cepillado de cada pieza. En cuanto a la comercialización de la producción, principalmente se distribuye en el mercado nacional, en tiendas gourmet y restaurantes, un 7 % se exporta a diversos países, tanto dentro como fuera de Europa, y el resto se vende en la propia quesería.
En este marco ha recordado María González Corral, consejera de Agricultura, la relevancia de las ayudas de la Junta a la incorporación de jóvenes a los negocios agrícolas y ganaderos. La última convocatoria de ayudas de la Junta de Castilla y León de incorporación al sector agrario ha recibido 958 solicitudes de jóvenes, un 33 % más que la media de los últimos cinco años, según ha informado hoy la consejera.
Así, en esta legislatura, la convocatoria de 2022 permitió incorporar a 609 jóvenes, con 33,4 millones de ayuda pública, y en la de 2024 fueron 673, con 42,8 millones. Las 958 solicitudes recibidas este año comienzan ahora su tramitación administrativa “y todos aquellos jóvenes que cumplan los requisitos accederán a la ayuda, de hasta 100.000 euros con un anticipo del 60 %, ya que los jóvenes tienen prioridad en la convocatoria”, ha explicado González Corral.

