Durante el año 2024, Zamora registró 2.553 muertes y 700 nacimientos. Resulta evidente que no salen las cuentas, a pesar de la llegada de gente de otras provincias y del extranjero. El saldo vegetativo resultante (el diferencial entre alumbramientos y decesos) es de -1.853 personas, según las cifras sobre fenómenos demográficos publicadas este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística. Eso, en la provincia, pero hay diferencias si uno baja al detalle municipal.
En esa estadística más fragmentada, se puede comprobar que hay cinco municipios que se salen de la norma. Allí, en esos lugares, hubo más nacimientos que muertes en 2024. Se trata de Monfarracinos (+5), Arcenillas y Roales (+3) y Villanueva de Azoague y Villar de Fallaves (+1). Solo el último citado se aleja del alfoz de Zamora o de Benavente. Los detalles por cada ayuntamiento se pueden consultar en el siguiente mapa.
En la estadística, se puede comprobar igualmente cómo hay 17 municipios más que se quedaron a cero. Es decir, con el mismo número de nacimientos y muertes. De ellos, diez no registraron ni una cosa ni la otra, lo que evidencia que son territorios ya castigados y con poca población que tienden a mermar, pero ya lentamente. En ese escenario se manejaron en 2024 Gamones, Prado, Quintanilla de Urz, San Martín de Valderaduey, Valdefinjas, Villageriz, Villalonso, Villanueva de las Peras, Villar de Fallaves o Villaveza de Valverde.
En cuanto a los que más perdieron, los municipios de mayor población presentan la brecha más grande. La capital, la primera, con un saldo vegetativo de -369 en 2024. A partir de ahí, aparecen Benavente (-104), Toro (-89), Villalpando (-35) o Fermoselle (-26). Con un golpe duro salen igualmente Bermillo de Sayago (-22), Villar del Buey (-21), Riofrío de Aliste (-20), Gallegos del Río (-18), Fariza y Camarzana de Tera (-17), y Santa Cristina de la Polvorosa y Mahíde (-15).
Además, en 138 ayuntamientos, el saldo vegetativo negativo es igual al número de muertes, pues nacimientos no se produjo ninguno. Eso quiere decir que en un 55% de los municipios de la provincia no hubo bebés a los que recibir en 2024. Con esa estadística es difícil salir de la dinámica demográfica negativa.
