El desfase entre lo que el Ayuntamiento de Zamora recauda en concepto de tasa de basuras y lo que cuesta realmente el servicio más el coste del uso del CTR supera los 1,3 millones de euros. El dato lo ha puesto sobre la mesa hoy el concejal de Hacienda, Diego Bernardo, que ha detallado que el Consistorio ingresa 3,4 millones de euros procedentes directamente de la tasa de basuras cuando el coste anual del servicio supera los 4,7 millones.
La recaudación, por tanto, tendría que incrementarse de manera importante para cumplir con la diferencia, y es que la nueva ley obliga a los ayuntamientos de más de cinco mil habitantes a que la tasa de basuras sea suficiente para que el servicio se pueda financiar sin necesidad de echar mano a los ingresos que proceden de otras partidas. Una medida, la de aumentar la tasa de basuras, que han tomado ya muchos ayuntamientos de la geografía nacional pero que todavía no se ha aprobado en Zamora, como este martes informaba este diario y hoy se ha encargado de remarcar, de nuevo, Bernardo. “No vamos a subir la tasa sin saber antes cómo hay que hacerlo”, ha apuntado el edil, que ha dejado claro que el cumplimiento de las exigencias legales conllevará un incremento de lo que hogares y empresas pagan por la recogida de basuras.
El Ayuntamiento asegura que no hay de momento unos criterios claros para saber cómo aplicar la máxima de que “quien más contamina, más paga”. Algunos ayuntamientos están optando por la extensión de la vivienda, otros por las personas que viven en ella, otros relacionando la basura con el consumo de agua… Cuestiones que los tribunales están tumbando casi una tras otra por considerarlas aplicadas al azar. “No vamos a subir la tasa a los ciudadanos hasta que no nos pongan contra la espada y la pared y nos expliquen cómo hay que hacerlo”, ha asegurado el responsable municipal de hacienda.
“Lo que no podemos hacer es subir una tasa para luego tener que volver a bajarla porque no esté bien hecho. Esto son cosas muy serias con las que no se puede jugar”, ha continuado Bernardo, que ha dudado además de que un incremento de la tasa de basura sirva para favorecer el reciclaje en las viviendas, objetivo último que en teoría persigue la norma.
