La Junta de Castilla y León asegura que ya ha destinado 465.000 euros a la retirada de escombros en Abejera, el pueblo más golpeado por el incendio de Puercas, que afectó a varios lugares de Aliste mediado el mes de agosto. El dato lo ha dado, sobre el terreno, la directora general de Vivienda, María Pardo, que ha acudido a la localidad para comprobar el estado de ejecución de las obras de recuperación llevadas a cabo en la zona.
Pardo ha señalado que, en un primer momento, la Junta decidió contratar empresas para que empezaran a retirar los escombros y para consolidar las viviendas afectadas. Eso ocurrió «quince días después» de que terminaran los desalojos. Pasados dos meses largos, esa intervención está casi concluida, después de la constatación de que hacían falta más derribos para «evitar daños mayores».
En paralelo a eso, las familias han podido ir solicitando las ayudas directas que el área de Vivienda ha previsto para «devolver la normalidad a estos pueblos». Los propietarios que vieron afectados sus inmuebles han podido reclamar hasta 185.000 euros por hogar, ya fuera primera o segunda residencia; 40.000 por edificación complementaria y 18.000 por enseres, hasta un máximo total de 243.000 euros.
En esa línea, María Pardo ha querido insistir en la petición de que el Gobierno de España permita que esas ayudas no tributen en renta: «Creo que habrá sensibilidad, seguro», ha indicado la responsable autonómica, consciente de que, en caso contrario, la sorpresa podría ser muy desagradable a la hora de pagar parte de ese dinero a Hacienda en primavera. La normativa sobre el IRPF parece clara en ese sentido y no tendría que haber problema para los beneficiarios.
En total, esas ayudas ya han sido concedidas, en toda la comunidad, a 80 familias afectadas por incendios. La inyección económica alcanza ahora los siete millones y la previsión es que llegue a los catorce. «La idea es que esas personas ya puedan disfrutar en verano de su tranquilidad y de su hogar», ha remachado Pardo.
