El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha confirmado que el pretil del Puente de Piedra se queda como está. Es decir, con una altura de 1,04 metros, seis centímetros por debajo de lo que, según los técnicos municipales, marca la normativa para estos casos. El mandatario local ha anunciado en rueda de prensa que, en lo que queda de semana, firmará un decreto para informar de esta decisión basada en que «el director de la obra garantiza que la seguridad es completa».
Guarido ha recordado que la Comisión de Patrimonio rechazó la posibilidad de recrecer el pretil de piedra seis centímetros con un taco, la única opción que el alcalde veía como plausible dadas las circunstancias. En ningún caso, el mandatario local y su equipo contemplaron la idea de tirar el pretil y hacerlo de nuevo, una alternativa que habría obligado a cortar el viaducto nuevamente, entre otros problemas.
En base a eso, Guarido se agarra a la posición del director de la obra que, en sus alegaciones, justifica la pertinencia de «subir unos centímetros la calzada» por motivo de las canalizaciones y asegura que «aunque la altura no cumpla estrictamente la proyectada, sí garantiza un uso normal y la seguridad de todos los usuarios».
De hecho, bajo esa premisa, el puente se abrió hace ya más de seis meses: «El puente se queda como está y tiene la aprobación de la opinión pública», ha abundado el alcalde, que ha recordado que la barandilla anterior media 90 centímetros y estaba deteriorada, y «no pasó nada», aunque ha admitido que ahí, con la estructura previa, sí existía un riesgo real.
De este modo, se impone la posición del director de obra, que considera además que los 45 centímetros de grosor de la piedra añaden una protección extra de la que no se dispone en el caso de las barandillas. Los técnicos municipales insistían, aún así, en que, normativa en mano, el pretil tendría que haber llegado al 1,10 estipulado.
