El arrastre de cenizas del río Bibei, de donde toma el agua para el consumo la localidad de Porto de Sanabria, obliga al Ayuntamiento del pueblo a prohibir el uso del agua para cocinar o para beber. El alcalde ha comunicado a sus vecinos la medida a través de un bando municipal en el que explica que la duración de la medida es, todavía, indefinida, pues depende de lo que vaya pasando en los próximos días, cuando también se esperan lluvias. El Consistorio ha solicitado una nueva analítica para conocer cuál es la evolución de la calidad del agua, comprometida pero que todavía se puede usar para otras cuestiones como el aseo personal.
La toma de agua de Porto está más arriba de la zona en la que el río presenta un aspecto verdaderamente malo, aseguran fuentes municipales, pero es prácticamente una certeza que el problema deriva de los incendios. La esperanza es que no se produzcan durante los próximos días lluvias intensas, que son las que pueden provocar las temidas escorrentías, que vendrían a comprometer el consumo de agua durante más tiempo.
Esto por lo que refiere a la Alta Sanabria. En las localidades cercanas al Lago la situación es, de momento, de espera. No se han producido situaciones similares, aunque preocupa el suministro en las localidades de Ribadelago y Vigo de Sanabria, que reciben el agua de captaciones que se encuentran en las zonas quemadas por el incendio de hace dos meses. Miguel Ángel Martos, alcalde de Galende, ayuntamiento al que pertenecen ambas localidades, explica que las lluvias de los últimos días han sido «suaves» y que, lejos de llevar cenizas hasta los arroyos, han ayudado a que el material quemado se fije al suelo. No hay, de momento, problema, pero es muy pronto para asegurar que no vaya a haberlo en los próximos días.
Martos asegura que en ciertas zonas ha comenzado a crecer la hierba y que la humedad de los últimos días es positiva. «Si la tierra está húmeda la ceniza no se arrastra tanto hasta los arroyos», asegura el alcalde, que recuerda los rulos desplegados por la zona más cercana a la Laguna de los Peces por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero, cuya función es que las cenizas no lleguen ni a las captaciones de los pueblos ni al propio Lago.
