Los diferentes caminos de Santiago que cruzan la provincia de Zamora se han conjurado durante este fin de semana para revertir la tendencia negativa que vienen sufriendo en los últimos años y encarar el próximo Año Santo, que será en el 2027, con fuerzas renovadas y un interés, se espera, creciente entre los peregrinos. Esta es la línea de trabajo que se ha logrado extraer de las jornadas «Zamora, encrucijada de caminos», que se han celebrado en el Teatro Ramos Carrión y que han centrado la participación de expertos y de aquellas personas que impulsan, con su trabajo diario, los diferentes caminos de Santiago que recorren la provincia. En especial dos, la Vía de la Plata y el Sanabrés, que son los que más peregrinos aportan al cómputo global.
Especial relevancia tuvo, aseguran desde la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago, la intervención del director general de Turismo, Ángel González, que vino a señalar la intención de la Junta de Castilla y León en que la Vía de la Plata y la ruta de peregrinación que por ella discurre se convierta en Bien de Interés Cultural ya durante el próximo año. Una catalogación que daría, primero, impulso turístico al camino y, segundo, una elevada protección contra los cambios y contra amenazas internas que afecten a su idiosincrasia. También puso sobre la mesa el responsable del Ejecutivo regional, según la Asociación, un importante proyecto para señalar el itinerario y que los peregrinos transiten por él conociendo el rumbo y sin contratiempos.
Por el foro han pasado representantes institucionales, destacando todos ellos la importancia de los caminos en la economía de las zonas rurales zamoranas, y diversos expertos que se centraron en aspectos singulares de la peregrinación. Algunos, como Antón Pombo, abogaron por mantener valores tradicionales de la peregrinación, algo que «no se debe perder de vista para no banalizar el Camino y convertirlo en una ruta de senderismo más». Otros, como José Manuel Rodríguez Montañés, defendieron la falta de protección que a su juicio tiene la acogida tradicional y defendió la necesidad de protegerla. Todos coincidieron en la necesidad de aprovechar el incremento de peregrinos que se espera para dentro de dos años, que debería suponer un revulsivo para los caminos de Santiago.
Los datos más recientes
Los datos recogidos hasta este mismo fin de semana indican que la Vía de la Plata vive, efectivamente, un momento delicado. En un contexto general de ascenso del número de peregrinos que llegan a Santiago de Compostela, el principal trayecto que pasa por la provincia de Zamora ve como pierde viajeros en comparación con el año 2024. En lo que va de 2025 han arribado a Santiago 8.403 peregrinos que declaran haber escogido la Vía de la Plata, un dos por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando ya se registraron menos peregrinos que en 2023. Se trata, por tanto, de un itinerario que no goza de un interés creciente.
La Vía de la Plata es el séptimo Camino de Santiago con más peregrinos, una posición muy baja teniendo en cuenta su evolución histórica. Los principales caminos son del Francés, el Portugués, el Portugués de la Costa, el Inglés, el Primitivo y el Camino del Norte. Además, hay que señalar que no todos los peregrinos que cogen la Vía de la Plata pasan obligatoriamente por Zamora. De hecho, más de cuatro mil de los 8.400 viajeros aseguran que comenzaron el caminar ya en la provincia de Ourense. Es decir, dejando Zamora ya a la espalda.
Hace dos décadas, cuando muchas menos personas transitaban por los Caminos de Santiago y cuando había menos itinerarios reconocidos, la Vía de la Plata llegó a ser el cuarto camino en importancia después del Frances, del Portugués y del Camino del Norte. El Primitivo, el Inglés o el Portugués de la Costa, caminos prácticamente residuales hace dos décadas, han conseguido desde entonces sin embargo superar a la Vía de la Plata. Una situación que, desde Zamora, se ha empezado ya a trabajar de forma intensa para intentar revertir en los próximos años.
