El cinturón de Zamora aporta vida a la capital. No hacen falta datos muy concretos para poner esa realidad sobre la mesa. Es evidente que, cada día, centenares de personas que viven en los pueblos cercanos se desplazan a la ciudad para trabajar, hacer compras o disfrutar del ocio. No son vecinos del municipio como tal, pero su presencia diaria resulta palpable.
Con el fin de medir de alguna manera esa vinculación, el Instituto Nacional de Estadística actualiza cada año los datos de las áreas funcionales estables. En resumen, se trata de zonas que están compuestas por una ciudad y los municipios que forman su entorno funcional. Para estar dentro, al menos el 15% de la población activa de esos pueblos debe desplazarse al municipio grande para trabajar. Por tanto, esas áreas no son fijas, sino que crecen o decrecen en función de los datos laborales.
En el caso de Zamora, en el año 2023, el área funcional estaba formada por ocho municipios: la capital, Roales, Entrala, El Perdigón, Morales del Vino, Palacios del Pan Monfarracinos y Coreses. En total, 66.514 personas. El INE actualizó este jueves los datos con la estadística de 2024, que revela la salida de Palacios de la lista y la entrada de cuatro municipios más: Moraleja del Vino, Villaralbo, Arcenillas y Muelas del Pan.
Con esa actualización, el área funcional de Zamora pasa a tener once municipios con la capital, los cuatro citados anteriormente y los ya sabidos de Roales, Monfarracinos, Coreses, Morales, Entrala y El Perdigón. Entre todos, suman 71.156 habitantes, el pico máximo para la capital y su cinturón en toda la serie histórica que comenzó en 2015.
El INE ofrece distintos datos sobre todo este área en su conjunto. Por ejemplo, que la población en edad de trabajar alcanza el 61,9% del total y que la edad mediana roza los 54 años. También, que apenas un 7,8% de estos hombres y mujeres nació en el extranjero, o que la tasa de paro es del 14,6%, por encima de la media nacional en estos espacios.
