Día de Pleno en la Diputación de Zamora. Y, además, día de cuenta general. Caldo de cultivo perfecto para debatir y fijar posturas sobre la gestión del equipo de Gobierno al frente de la institución provincial. Zamora Sí dejó el asunto en paso, al contrario de lo que suele hacer el mismo portavoz con cada oportunidad que tiene de posicionarse en el Ayuntamiento de la capital, pero la izquierda usó los turnos para deslizar críticas y el grupo popular, con el presidente Javier Faúndez al frente, reivindicó sus logros. Siempre caben las interpretaciones variopintas.
Por ejemplo, Laura Rivera, de Izquierda Unida, puso el acento, como es casi costumbre, en la existencia de «más de cien millones ahorrados en el banco», lo cual «sería un éxito si esto fuese una entidad bancaria», según constató la portavoz, que opinó que lo necesario en el caso de la provincia es dotarla de servicios. Además, la responsable de IU aludió a los 3,5 millones que la Diputación destina a financiar competencias impropias, que deberían correr a cargo de la Junta, y acusó al PP de ser muy reivindicativo con asuntos que atañen al Gobierno de España, como el del tren, y de mostrarse «sumiso» con el Ejecutivo autonómico.
Por su parte, la socialista Sandra Veleda empezó con un par de carantoñas antes de los golpes. Primero, agradeció que la cuenta general llegara en plazo al Pleno tras varios ejercicios en los que no había sido así; después, advirtió que el documento técnico se valoraba como tal. Sin cuestionarlo. Otra cosa es lo que aparece como trasfondo político. Ahí, la representante del PSOE habló de «falta de previsión», de carencias en la ejecución presupuestaria y de la pertinencia de «invertir». «Sin despilfarrar», pero con atención a los pueblos.
El encargado de replicar fue directamente Faúndez, que empezó por reconocer que esto de la gestión «cada uno lo interpreta a su manera». Según lo ve él, la Diputación es un ejemplo de «estabilidad, ausencia de deuda, capacidad inversora y superávit». Vaya, lo que se entiende como «una institución saneada», que paga a proveedores a menos de seis días y que se muestra «solvente».
Además, Faúndez tiró de sorna para tratar de desmontar una propuesta de Veleda que demandaba abrir la mano en las convocatorias de inversiones para que se ejecuten los proyectos que más interesen a los ayuntamientos, sin encorsetar las bases: «Usted plantea una convocatoria tutifruti en la que se pueda regalar un patinete al alguacil o poner una vela a San Antonio», deslizó el mandatario alistano, que se puso más serio para advertir que una de las inversiones que demanda el PSOE, la del puente de Manganeses de la Polvorosa, irá en los presupuestos de 2026.
La sesión se centró a partir de entonces en las explicaciones del vicepresidente primero de la institución, Víctor López de la Parte, sobre lo que será el nuevo contrato del Teatro Ramos Carrión, pero luego regresó la fricción. Sin gran calentura esta vez, pero con posiciones encontradas. Así fue en la moción de IU con el fin de demandar el apoyo de la Diputación a la manifestación que se celebrará el domingo 5 de octubre en Madrid «para salvar el mundo rural agredido».
La moción no pasó la urgencia, pero Faúndez tomó la palabra para remarcar que la institución provincial ha apoyado varios de los temas que forman el argumentario de Zamora para acudir a la manifestación. Entre ellos, el asunto del tren: «Hace unos días tuvimos una manifestación con más de mil zamoranos en Madrid, pero se echó en falta a alguien de IU. Tanta mesa del tren y tanta parafernalia, pero no solo hay que predicar desde el púlpito», atacó el presidente provincial, que salió por esa vía sin querer dar más explicaciones sobre su negativa a respaldar explícitamente la convocatoria del domingo.
La Navidad
El cierre de la sesión llegó con una pregunta del PSOE sobre las intenciones de la Diputación con la feria navideña que se celebra habitualmente en Ifeza, pista de hielo incluida. El planteamiento de los socialistas iba en línea con la posibilidad de mover el evento a Benavente, Puebla de Sanabria o Toro, como defendió el encargado de poner voz a la cuestión, Carlos Rodríguez.
Aquí, Fáundez dejó patente que no va a haber cambios por cuestiones prácticas y logísticas, acusó al PSOE de tratar de enredar y se preguntó por qué no se abría también el debate de trasladar Fromago a Benegiles, Villalazán o Latedo. Y, de paso, «el encuentro de águedas a Flechas». «La feria Muévete necesita infraestructura y un punto céntrico», zanjó el presidente de la Diputación. Y hasta ahí el Pleno.