El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible tiene en marcha los trabajos para la renovación integral de dos «históricos y emblemáticos» viaductos de la red ferroviaria convencional ubicados en la línea Zamora-A Coruña, a su paso por la provincia: el viaducto de Martín Gil (de 481 metros), que sortea el embalse de Ricobayo; y el de Truchas (de 273 metros), y en los que se invierten 8,8 millones de euros.
Las obras que ejecuta Adif avanzan según el calendario previsto y, en el caso de Martín Gil, ya alcanzan un grado de ejecución del 50%. «Con ello, se preservarán y pondrán en valor estas históricas estructuras de la ingeniería ferroviaria, reforzarán su viabilidad y capacidad, y se adecuarán a los estándares del siglo XXI, siempre respetando su estructura y elementos originales», han indicado desde el Ministerio.
Además, la rehabilitación de ambos viaductos constituye un nuevo desafío técnico por su emplazamiento y su entorno, la estructura en curva de uno de ellos y por el sofisticado sistema de andamiaje diseñado y desplegado para realizar los trabajos.
Según el avance que presentan los trabajos, las labores ahora se centran en la impermeabilización y drenaje del tablero, la ejecución de nueva losa de reparto y renovación integral de la superestructura de vía. En este punto, las obras no son compatibles con la circulación ferroviaria.
Por este motivo, Renfe ha establecido un plan alternativo de transporte por carretera entre Puebla de Sanabria y Zamora, con la programación de 128 circulaciones en autobús para facilitar y mantener la movilidad de los viajeros. Desde Zamora se continuará el viaje en tren hasta Valladolid.
Este plan dará también servicio a las estaciones intermedias, con sus horarios habituales: Linarejos-Pedroso, Cabañas de Aliste, Sarracín de Aliste, Abejera, Ferreruela de Tábara y Carbajales de Alba.
El caso del viaducto Martín Gil
En el emblemático viaducto de Martín Gil se está ejecutando una rehabilitación integral que, con una inversión de 5,8 millones de euros, comprende la impermeabilización de su tablero (elemento que sostiene la plataforma y la vía), el refuerzo de su sistema de drenaje, el saneo de sus paramentos, la reposición de sillares o la aplicación de inhibidores de corrosión.
Considerada una de las estructuras más destacadas de la ingeniería ferroviaria del siglo XX, se construyó en la década de los cuarenta sobre el embalse de Ricobayo, en el término municipal de Manzanal del Barco, a partir del proyecto del ingeniero Martín Gil.
Además, contó con la colaboración de Eduardo Torroja que planteó la inclusión de una cercha metálica como refuerzo de su arco de hormigón armado de 210 metros de luz, que entonces lo convirtió en el puente con mayor arco hormigonado del mundo. La cercha y el resto de armadura se realizaron con soldadura eléctrica, solución innovadora en la época.
Nueva losa para el viaducto sobre el río Truchas
Al mismo tiempo, el Ministerio, también a través de Adif, avanza en la renovación integral del viaducto sobre el río Truchas (273 metros), don una inversión de algo más de 3 millones de euros.
Construido también el pasado siglo entre las localidades de Robledo de Sanabria y Puebla de Sanabria, cuenta con planta en curva en sus primeros tramos y recto en el resto.
Los trabajos comprenden, entre otras actuaciones, el despliegue de una nueva losa superior de reparto, para optimizar la distribución de cargas y la impermeabilización de toda la plataforma de la vía, además de la instalación de un sistema de bombeo de agua de lluvia, el incremento de la cota del carril para contar con mayor lecho de balasto, el refuerzo de cimentación de una de las pilas o la rehabilitación de las bóvedas.