Zamora es hoy más dependiente del sector público de lo que nunca ha sido. La cifra de personas que reciben sus ingresos de las administraciones públicas, bien sea porque trabajan directamente para ellas (funcionarios y personal laboral de ayuntamientos, Junta o de la Administración Periférica del Estado) bien sea porque tienen derecho a alguna paga pública (desempleados y perceptores de subsidios y pensionistas, principalmente) supera con mucho al número de personas que trabaja en el sector privado. En la provincia, dependen del sector público trece mil zamoranos más de los que trabajan en el sector privado.
Las cifras son elocuentes. La provincia cuenta en estos momentos con 47.770 pensionistas, una cifra que si bien no es la más alta que ha existido nunca (se han llegado a superar los 50.000), si es la más importante en términos relativos comparándola con la población ocupada. Hay menos pensionistas porque hay menos gente, en definitiva, un efecto más de la despoblación, pero la población ocupada ha descendido de forma más intensa que la que ha llegado ya al final de su etapa laboral. La mayoría de los pensionistas son jubilados (más de 31.000).
A estos hay que sumar otros colectivos que también dependen de la administración pública. En comparación con su cifra de población, Zamora también está en el grupo de provincias en los que el funcionariado y el personal laboral ocupa un porcentaje más importante del total. Esto es, en Zamora hay más trabajadores públicos por habitante que en la mayoría de los territorios del país. Según los últimos datos del Gobierno, hay en estos momentos 11.200 personas que desempeñan sus funciones para las administraciones públicas, cualquiera que sea su ámbito de actuación. Son trabajadores, sí, y su situación no es la misma que la de pensionistas o desempleados, pero perciben sus ingresos del erario público igualmente.
Suma y sigue, porque hay, según el SEPE, unas 4.500 personas que perciben una prestación por estar en paro y tener derecho a ella y algo más de 2.500 que cobran mensualmente el Ingreso Mínimo Vital. Entre todos los grupos suman algo más de 66.000 personas en la provincia, según los datos más actuales.
Frente a esto, el sector privado, que ocupa a un número de personas que poco tiene que ver con las cifras que se han manejado anteriormente. El Instituto Nacional de la Seguridad Social asegura que están cotizando en la provincia en estos momentos algo más de 63.200 personas. Si de este total se descuentan los más de 11.000 trabajadores públicos mencionados antes la cifra resultante es que hay 52.000 trabajadores entre empresas privadas y personas que son trabajadores por cuenta propia. Cifras claramente descompensadas.
Los datos económicos
Por lo que refiere a la nómina de las pensiones, las subidas aprobadas por el Gobierno a lo largo de las últimas dos legislaturas y el hecho de que los jubilados que ahora se retiran tengan pensiones más altas que los que se jubilaban años atrás han hecho que el gasto destinado a este particular aumente de forma determinante. Los pensionistas suponen al Estado un desembolso, según los datos más recientes del Instituto Nacional de la Seguridad Social, un gasto de cerca de 54 millones de euros mensuales. Los que más dinero precisan para las pagas que han generado a lo largo de su vida laboral son los jubilados. Cada mes, la Seguridad Social destina cuarenta millones de euros en Zamora a satisfacer los ingresos de los jubilados. No es necesario apuntar que la Seguridad Social es con mucho el principal pagador de la provincia.
Al pago del Ingreso Mínimo Vital destina el Estado una media de 1,36 millones de euros mensuales mientras que las prestaciones por desempleo, en sus distintas formas, suponen un total de 5,8 millones de euros mensuales a una media de algo más de 900 euros por beneficiario, según los números del Servicio Público de Empleo Estatal. No hay datos del conjunto de las nóminas de los trabajadores públicos, pero a una media de 1.500 euros el total ya se elevaría por encima de los 16 millones de euros en total.