El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha roto su silencio este martes para responder, una detrás de otra, a una decena de preguntas en las Cortes sobre los incendios que han golpeado a la comunidad a lo largo de este verano. El responsable político de la gestión ha replicado a las cuestiones del PSOE, de UPL, de Podemos o de Por Ávila con un mensaje plagado de datos y referencias al trabajo de los efectivos, y sin más autocrítica que la aceptación de que toca trabajar «para ser más eficaces». Eso sí, «entre todos».
Quiñones ha intervenido después de que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, respondiera escueto a la pregunta del procurador y exvicepresidente Francisco Igea sobre si mantenía el respaldo al consejero: «Sí, le apoyo», replicó sin más el máximo mandatario del Gobierno autonómico, que asistió a continuación a la serie de preguntas de los parlamentarios a Quiñones. Su consejero optó esta vez por contestar a cada una de ellas sin entrar demasiado en el cuerpo a cuerpo con sus rivales políticos.
En los planteamientos formulados por los procuradores del PSOE, cada representante le hizo la misma pregunta centrada en las distintas provincias afectadas por los fuegos, con León como primera parada. Aquí. Quiñones sí quiso expresar su «consternación, dolor y frustración por las personas fallecidas con ocasión de estos terribles incendios», aunque también aprovechó para lanzar la frase que resume casi toda su réplica: «Nos obliga a todos a trabajar en la forma de ser más eficaces».
A partir de ahí, el consejero se dedicó a rechazar los «análisis simplistas» y a recordar las circunstancias meteorológicas adversas, mientras la procuradora socialista Nuria Rubio le acusaba de «negligente, soberbio, ruin y miserable». A esos calificativos añadió el zamorano Carlos Fernández el de «ineficaz» en la gestión, a lo que Quiñones volvió a replicar que «la verdad es mucho más compleja», que la situación no tenía precedentes y que el PSOE está aprovechando la circunstancia para hacer «electoralismo».
Por ahí empezó el interrogatorio y por ahí continuó casi inalterable. Es decir, con la oposición preguntando y utilizando palabras gruesas, y con Quiñones tratando de reforzar sus argumentos y con un tono más rebajado. «Se revisarán al alza los medios de la Junta y esperemos que también los del resto», deslizó el consejero, que citó en varias ocasiones que los cambios realizados desde 2022 responden a lo tratado en la mesa del diálogo social.
Ya en el tramo final, Pablo Fernández, de Podemos, le afeó a Quiñones sus intervenciones «sin un ápice de autocrítica» y consideró que la continuidad en el cargo del consejero, «con su incompetencia y altanería», constituye «la mayor vergüenza» que él ha presenciado en las Cortes. El responsable de Medio Ambiente se limitó a contestar que en todas las preguntas había ofrecido datos y que las medidas de recuperación ya están llegando a los afectados.
Para terminar, Quiñones fue algo más claro al hablar de lo que venía deslizando en las demás respuestas, y pidió reflexión al Gobierno de España sobre el número y la distribución de las BRIF o de los soldados de la UME. Por último, antes de bajar el micrófono, el consejero citó a Santa Teresa de Jesús: «La verdad padece, pero no perece».