La Comisión Territorial de Patrimonio considera que la solución presentada por el director de obra del Puente de Piedra para levantar el pretil seis centímetros y adecuarlo a la legalidad «no es adecuada desde el punto de vista patrimonial» y, por tanto, no permite la ejecución de los trabajos. La cuestión emana del hecho de que el pretil del viaducto, que debe medir 110 centímetros desde su base por normativa, se quedó en 104, cuestión esta detectada por los técnicos municipales del Ayuntamiento de Zamora cuando se hicieron las comprobaciones previas antes de dar por recibida la obra del Puente de Piedra. El Ayuntamiento exigió a Somoza adaptar el pretil tanto a la legalidad como al proyecto presentado, que hablaba de una altura de 110 centímetros, y el arquitecto propuso dos soluciones, que se harían por su cuenta. Una, instalar sobre la piedra una especie de «cordón» de acero que elevara la cota y otra, la que tiene más sentido y es más costosa, que era levantar la piedra redondeada que corona el pretil, introducir un «taco» de la misma piedra, de seis centímetros, debajo, y volver a colocar la coronación. Ninguna de las dos alternativas es válida a juicio de la Comisión de Patrimonio.
La cuestión queda ahora en un limbo. El Ayuntamiento, asegura el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, defiende su posición inicial, que es la de los técnicos municipales. El pretil debe levantar desde la base en 110 centímetros porque es lo que exige la ley y lo que se proyectó. Guarido, contrariado porque Patrimonio haya decidido que la opción de introducir una piedra del mismo material bajo la pieza redondeada no haya pasado el filtro técnico, asegura que el Ayuntamiento esperará a la recepción del dictamen de Patrimonio para ver, primero, en base a qué se deniega esta alternativa. Y, segundo, para decidir cómo actuar, ya que el Ayuntamiento no ha dado por recibida la obra del Puente de Piedra al no cumplir los trabajos con lo establecido en el proyecto (principalmente en esta cuestión, pero también se han detectado algunos problemas con la evacuación del agua de lluvia). Esta cuestión, la de no dar por recibida la obra, hace que el Ayuntamiento haya paralizado el pago de una parte relevante del contrato al director de obra.
Patrimonio tampoco da mayores soluciones porque, indican fuentes de la mesa, «no es labor de la Comisión hacer propuestas». «Aquí solo se decide sobre lo que nos llega», apuntan estas mismas fuentes. La cuestión es ahora saber en qué manos está desbloquear la situación. El Ayuntamiento no tiene mucho margen, porque aún no ha dado por recibida la obra y no se trata de un nuevo proyecto, sino de una subsanación de un error en uno ya existente. El arquitecto y director de obra ya ha propuesto soluciones que no han pasado el filtro. Y Patrimonio asegura que no va a proponer nada. Mientras, el Puente de Piedra tiene un pretil seis centímetros más bajo de lo que marca la ley.
Francisco Somoza, el arquitecto y director de obra, defiende que el pretil se quede como está. Ha sido él el que ha asumido la responsabilidad de la situación actual y defiende que, aunque la ley marca que las barandillas deben medir al menos 110 centímetros cuando al otro lado hay una caída de más de seis metros, el pretil no es exactamente una barandilla, que la diferencia es poca y que la seguridad se compensa con la anchura del elemento, de más de treinta centímetros. Patrimonio, con su dictamen de hoy, parece también ir por esta vía, pero la normativa dice lo que dice.